El smoothie, un batido cremoso y lleno de nutrientes, originó en los Estados Unidos en la década de 1930, aunque sus raíces se pueden rastrear aún más atrás en otras tradiciones de bebidas. En su forma más primitiva, se utilizaban frutas mezcladas con agua y miel para crear refrescos naturales. Sin embargo, el término “smoothie” comenzó a usar en los años 60 y 70, cuando las tendencias de alimentación saludable empezaron a popularizarse, alineándose con el auge de la comida vegetariana y la búsqueda de alternativas más nutritivas.
Con el tiempo, los smoothies se han establecido como un alimento versátil que no solo es refrescante, sino que también se puede adaptar para satisfacer una amplia variedad de paladares y necesidades dietéticas. Hoy en día, estos batidos se pueden encontrar en tiendas de jugos, cafeterías y restaurantes de todo el mundo, con infinidad de ingredientes que pueden incluir adiciones como espinacas, proteínas en polvo y superalimentos.
4Acompañamientos para el Smoothie

Si bien el smoothie se puede disfrutar solo, integrarlo en un desayuno más completo o acompañarlo puede elevar la experiencia:
– Galletas de avena: Unas galletas saludables de avena van de maravilla con un smoothie.
– Tostadas integrales: Acompaña tu bebida con tostadas de aguacate o mantequilla de almendra.
– Frutas frescas: Una ensalada de frutas de temporada añade frescura y fibra.
– Granola: Espolvorea un poco de granola sobre el smoothie para un sabor crujiente.
– Batidos variados: Crear un pequeño bar de smoothies en casa puede ser una experiencia divertida en la que todos pueden participar eligiendo sus ingredientes favoritos.