El sorbete, un postre helado que ha conquistado paladares en todo el mundo, tiene una historia rica y diversa. Se cree que su origen se remonta a las antiguas civilizaciones, como los romanos y los árabes, que preparaban mezclas de nieve y hielo con frutas y jarabes azucarados. Estas primeras versiones del sorbete se disfrutaban en épocas de calor como un refresco, utilizando los recursos que ofrecía el invierno para conservar el hielo.
Con el tiempo, las técnicas de preparación de helados y sorbetes fueron perfeccionándose, llegando a Europa en la Edad Media. En el siglo XVII, el sorbete tal como lo conocemos, comenzó a aparecer en menús de restaurantes y se popularizó rápidamente. Las combinaciones de sabores, especialmente la de frutas cítricas como el limón y la naranja, se convirtieron en favoritas, ya que proporcionaban un contraste refrescante y aromático.
5Consejos para un sorbete perfecto

1. Usa frutas frescas: Siempre que sea posible, utiliza frutas frescas y de buena calidad. Esto asegurará que tu sorbete tenga un sabor vibrante y delicioso.
2. Ajusta el azúcar: Dependiendo de la dulzura de tus frutas, puedes querer ajustar la cantidad de azúcar en la receta.
3. Congela con cuidado: El proceso de agitar la mezcla mientras se congela es clave para evitar que se formen cristales grandes de hielo.
4. Variaciones en textura: Para un sorbete más cremoso, considera agregar una clara de huevo batida (como en los sorbetes italianos) o un poco de crema de leche antes de congelar.