sábado, 21 junio 2025

Cómo hacer el mejor salmorejo cordobés: Una receta de lo más refrescante paso a paso

El salmorejo es uno de los platos más emblemáticos de la cocina andaluza, especialmente conocido en Córdoba. Este delicioso plato, que se caracteriza por su frescura y cremosidad, es perfecto para combatir el calor en los meses de verano. Aquí te presento una receta completa de salmorejo cordobés, incluyendo su historia, ingredientes, un paso a paso detallado, variantes y sugerencias de acompañamientos.

La historia del salmorejo se remonta a la agricultura andaluza, donde se han cultivado ingredientes frescos como tomates, pan, ajo y aceite de oliva desde tiempos antiguos. Este plato tiene sus raíces en la tradición del “salmorejo”, que consistía en una sopa fría a base de pan y aceite, consumida por campesinos en la Edad Media. A lo largo de los siglos, el salmorejo evolucionó y se adaptó, principalmente en la ciudad de Córdoba, donde se incorporó el tomate como ingrediente principal, creando la receta que conocemos hoy.

El salmorejo cordobés se diferencia del gazpacho, otro plato popular, por su textura más espesa y su menor cantidad de ingredientes. Esta sopa fría es símbolo de la dieta mediterránea y de la cocina española, y ha ganado fama no solo en Córdoba, sino en toda España y en el extranjero, gracias a su sabor fresco y su facilidad de preparación.

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Receta paso a paso para preparar salmorejo

Fuente: Freepik

1. Preparar los ingredientes

Antes de comenzar a cocinar, es importante que tengas todos los ingredientes listos. Lávate bien los tomates y córtalos por la mitad. Si utilizas un tomate maduro y de buena calidad, la piel se podrá dejar si lo deseas, ya que se triturará junto con el resto.

Corta el pan en trozos pequeños y ponlo en un bol con un poco de agua durante unos minutos para que se ablande. No debe estar empapado, solo lo suficiente para que sea más fácil de triturar y se integre bien en la mezcla.

2. Hacer la mezcla base

En un procesador de alimentos o una batidora, añade el tomate cortado, el diente de ajo (pelado y troceado), y el pan previamente humedecido. Agrega una pizca de sal y comienza a triturar la mezcla.

– Tritura hasta obtener una textura lisa y cremosa. Es importante que no queden grumos para lograr la textura suave y densa característica del salmorejo.

3. Incorporar el aceite de oliva

Una vez que tengas una mezcla homogénea y sin grumos, es el momento de añadir el aceite de oliva. Esto no solo enriquecerá el sabor, sino que también dará al salmorejo una textura untuosa y sedosa.

– Añade el aceite de oliva en un chorrito mientras sigues triturando. Esto ayudará a emulsionar el aceite con el tomate y el pan, creando una salsa perfectamente homogénea.

4. Ajustar el sabor

Prueba el salmorejo y ajusta la sal según sea necesario. Si te gusta un toque más ácido, puedes añadir unas gotas de vinagre de Jerez. Comprueba la intensidad del ajo; si la mezcla es demasiado fuerte, puedes añadir más pan o tomate para equilibrar los sabores.

5. Enfriar el salmorejo

Una vez que el salmorejo esté bien mezclado y sazona a tu gusto, regrésalo a un bol. Cúbrelo con film transparente y déjalo enfriar en la nevera durante al menos 1-2 horas. Esto no solo ayudará a que los sabores se mezclen y desarrollen, sino que también hará que la sopa esté fresca al momento de servirla.


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