lunes, 9 junio 2025

El arte del flan casero: Receta de Huevo o de vainilla, te enseñamos sus secretos

El flan, con su textura sedosa y su corona de caramelo líquido ambarino, es uno de los postres más universales y queridos. Ya sea el clásico flan de huevo, reconfortante en su simplicidad, o su primo aromático, el flan de vainilla, esta delicia a base de lácteos y huevos ha conquistado paladares a lo largo de generaciones y continentes. Su aparente sencillez esconde una técnica que, una vez dominada, recompensa con un postre elegante y profundamente satisfactorio. Acompáñanos a explorar la historia, los secretos y la preparación de este manjar atemporal.

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La historia del flan es sorprendentemente antigua y se remonta a la época del Imperio Romano. Los romanos fueron pioneros en la domesticación de gallinas y, con una abundancia de huevos, comenzaron a experimentar con preparaciones que los combinaban con leche y miel. Estas primeras versiones, conocidas como «tyropatina», eran a menudo saladas, incorporando pimienta u otros condimentos, aunque también existían variantes dulces.

Con la caída del Imperio Romano, la receta evolucionó. Durante la Edad Media en Europa, especialmente en España y Francia, la receta se popularizó y se transformó. Se adoptó el término «flan», derivado del francés antiguo «flaon» (torta plana), que a su vez provenía del alto alemán antiguo «flado». En esta época, el flan se consolidó como un postre dulce, y comenzó a cocinarse en moldes caramelizados, dándole su característica capa superior. La técnica del baño María, crucial para su textura delicada, también se perfeccionó.

Fueron los españoles quienes, durante la colonización, llevaron el flan a América Latina y Filipinas. En cada región, la receta básica se adaptó, incorporando ingredientes y sabores locales. Así nacieron innumerables variantes, desde el flan de cajeta en México hasta el flan de leche condensada, muy popular en toda Latinoamérica, o el leche flan filipino, a menudo más rico en yemas.

Hoy en día, el flan es un postre emblemático en muchas culturas, cada una con su toque distintivo, pero todas compartiendo el mismo ADN de cremosidad y dulzura caramelizada.

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La receta maestra: Flan de huevo y vainilla casero

Fuente: Freepik.es

Esta receta busca el equilibrio perfecto, resultando en un flan cremoso con un intenso sabor a vainilla y la cantidad justa de dulzor.

Porciones: 6-8
Tiempo de preparación: 20 minutos
Tiempo de cocción: 50-70 minutos (más enfriamiento)

Ingredientes:

  • Para el caramelo:
    • ¾ taza (150g) de azúcar granulada
    • 2-3 cucharadas de agua (opcional, ayuda a que el azúcar se derrita uniformemente)
  • Para el flan:
    • 2 tazas (480ml) de leche entera
    • ½ taza (120ml) de nata para montar (crema de leche o heavy cream) con al menos 35% de grasa (opcional, para extra cremosidad, puedes sustituirla por más leche entera)
    • 1 vaina de vainilla, partida por la mitad a lo largo y raspadas las semillas, O 2 cucharaditas de extracto de vainilla de buena calidad
    • Pizca de sal
    • ½ taza (100g) de azúcar granulada
    • 3 huevos grandes
    • 3 yemas de huevo grandes

Equipamiento necesario:

  • Un molde para flan (flanera con tapa) de aproximadamente 1.5 litros de capacidad, o 6-8 moldes individuales (ramequines).
  • Una cacerola de fondo grueso para hacer el caramelo.
  • Otra cacerola para calentar la leche.
  • Un bol grande para mezclar.
  • Varillas de batir.
  • Un colador de malla fina.
  • Una fuente de horno más grande que el molde del flan, para el baño María.

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