domingo, 8 junio 2025

Receta de pescado a la sal y al horno: Un clásico saludable y espectacular. Estas son las mejores opciones

El pescado a la sal es una de esas recetas que, a pesar de su sencillez y pocos ingredientes, ofrece un resultado espectacular tanto en sabor como en presentación. Esta técnica ancestral de cocción no solo es sorprendentemente fácil de dominar, sino que también garantiza un pescado increíblemente jugoso y lleno de su sabor natural.

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La técnica de cocinar alimentos envueltos en sal es antiquísima, remontándose posiblemente a civilizaciones como los fenicios o los romanos, quienes ya utilizaban la sal no solo como conservante sino también en sus cocinas. En las regiones mediterráneas, donde la sal y el pescado fresco siempre han sido abundantes, esta forma de preparación se consolidó. Originalmente, más que una técnica culinaria refinada, era un método práctico para cocinar el pescado de manera uniforme, aprovechando la capacidad de la sal para crear una costra que sellaba los jugos y aromas. Con el tiempo, esta humilde preparación se ganó un puesto de honor en la gastronomía, valorada por su capacidad de resaltar la pureza del producto.

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Variantes para explorar

Fuente: Freepik.es

Aunque la receta clásica es maravillosa por sí misma, aquí tienes algunas ideas para experimentar:

  • Costra aromática: Añade a la mezcla de sal ralladura de piel de limón y/o naranja, o hierbas frescas picadas como eneldo o perejil, además de las que puedas poner en el interior del pescado.
  • Toque especiado: Incorpora a la sal granos de pimienta de diferentes tipos (negra, rosa, verde), bayas de enebro ligeramente machacadas o semillas de hinojo.
  • Pescado ligeramente relleno: Además de las hierbas, puedes introducir en la cavidad abdominal del pescado unos langostinos pelados, unas láminas finas de champiñones o unos dientes de ajo laminados. Cuidado de no rellenar en exceso para no dificultar la cocción uniforme.
  • Costra de sal y harina: Algunos cocineros mezclan la sal con una pequeña proporción de harina (aproximadamente 1 parte de harina por cada 3 o 4 partes de sal) y agua para formar una especie de masa. Esto puede hacer la costra un poco más manejable y menos propensa a desmoronarse, aunque la sal pura es más tradicional.
  • A la brasa o barbacoa: Para los más intrépidos, se puede intentar cocinar el pescado a la sal en una barbacoa con tapa, colocando la bandeja sobre la parrilla a fuego indirecto y controlando bien la temperatura.

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