El flamenquín cordobés es una delicia culinaria que encarna la rica tradición gastronómica de Andalucía. Este plato, sencillo en apariencia pero complejo en sabor y textura, es un verdadero icono de la cocina de Córdoba. En esta receta, exploraremos a fondo cada aspecto de su preparación, desde sus orígenes hasta las variantes modernas y los acompañamientos perfectos.
Aunque el flamenquín es hoy un plato emblemático de Córdoba, sus orígenes exactos son objeto de debate y leyendas. La teoría más aceptada sitúa su nacimiento en la provincia de Córdoba, probablemente en la zona de Bujalance o Andújar, aunque la capital ha adoptado y popularizado el plato hasta convertirlo en un símbolo.
El nombre «flamenquín» es curioso y también da pie a varias interpretaciones. Algunos sugieren que se debe a la forma alargada y dorada que adquiere al freírse, recordando a las patas estilizadas de un flamenco. Otros, más románticos, asocian el nombre a la influencia de los «bailaores» flamencos, que podrían haber popularizado este bocado energético en sus giras. Lo cierto es que la combinación de jamón serrano y lomo de cerdo, ingredientes comunes en la dieta andaluza, lo convierte en un plato de arraigo popular.
Inicialmente, el flamenquín era un plato más humilde, elaborado con los ingredientes disponibles en la casa. Con el tiempo, y a medida que la gastronomía cordobesa evolucionaba, el flamenquín fue perfeccionándose, añadiendo el toque crujiente del rebozado y la jugosidad de la carne y el jamón. Hoy en día, es un plato imprescindible en cualquier taberna o restaurante cordobés, servido como tapa, ración o plato principal.
1Ingredientes necesarios para el flamenquín cordobés

Para preparar unos 6-8 flamenquines (aproximadamente para 4 personas), necesitarás los siguientes ingredientes:
- Para los flamenquines:
- 8 filetes de lomo de cerdo, finos (unos 100-120 gramos cada uno)
- 8 lonchas de jamón serrano de buena calidad (o jamón ibérico para una versión premium)
- 200 gramos de panceta fresca, cortada en tiras finas (opcional, pero añade mucha jugosidad y sabor)
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto
- Para el rebozado:
- 2 huevos grandes
- 100 gramos de harina de trigo (aproximadamente)
- 200 gramos de pan rallado de calidad (preferiblemente casero o de panadería, para un crujido superior)
- Para freír:
- Abundante aceite de oliva virgen extra (al menos 1 litro, para una fritura profunda)
- Para acompañar (opcional):
- Patatas fritas caseras
- Mayonesa, alioli o una salsa de yogur y hierbas
- Limón en cuartos (para exprimir sobre el flamenquín)
- Pimientos del Padrón fritos o una ensalada fresca