jueves, 29 mayo 2025

La tarta de cerezas perfecta: Un clásico americano con sabor universal y muy fácil de hacer siguiendo estos pasos

La tarta de cerezas es uno de esos postres que evocan calidez, hogar y una dulzura reconfortante. Lograr una que sea «para chuparse los dedos» implica una masa hojaldrada y mantecosa, y un relleno jugoso y lleno del sabor vibrante de las cerezas. Aquí te presento una guía exhaustiva para que tu próxima tarta de cerezas sea legendaria, explorando su historia, los ingredientes cruciales, una receta detallada, variantes y, por supuesto, cómo disfrutarla al máximo.

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La imagen de una tarta de cerezas enfriándose en el alféizar de una ventana es un icono cultural, especialmente en Estados Unidos, pero su atractivo es universal. La combinación de la fruta ligeramente ácida con una masa dulce y crujiente es, sencillamente, irresistible.

Las tartas de frutas, o «pies» en el mundo anglosajón, tienen una larga historia que se remonta a la antigua Grecia y Roma, donde se elaboraban masas rudimentarias para contener rellenos salados. Sin embargo, la tarta tal como la conocemos, con su masa más refinada y rellenos dulces, evolucionó significativamente en la Europa medieval.

Los ingleses fueron grandes aficionados a los «pyes», y los primeros rellenos de frutas a menudo se hacían con frutas secas o conservadas, ya que las frescas eran estacionales y perecederas. Se dice que la primera tarta de cerezas fue servida a la Reina Isabel I de Inglaterra en el siglo XVI. ¡Imagínate la novedad y el lujo de una tarta rebosante de cerezas frescas en aquella época!

Cuando los colonos europeos llegaron a América, trajeron consigo sus tradiciones culinarias, incluidas las recetas de tartas. En el Nuevo Mundo, encontraron una abundancia de frutas nativas y cultivadas, y la tarta se convirtió en una forma popular de aprovechar las cosechas. Las cerezas, aunque no nativas de todas las regiones de América del Norte, se cultivaron con éxito y rápidamente se convirtieron en un relleno predilecto.

La tarta de cerezas se consolidó como un símbolo de la cocina casera estadounidense, especialmente durante el siglo XX. Se asocia con celebraciones como el Día de la Independencia (4 de Julio) y el Día de Washington (en febrero, vinculado a la anécdota apócrifa de George Washington y el cerezo). Su popularidad también fue impulsada por la disponibilidad de cerezas en conserva y congeladas, lo que permitió disfrutarla durante todo el año. La frase «As American as apple pie» (Tan americano como la tarta de manzana) tiene su equivalente en la devoción por la tarta de cerezas.

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Receta paso a paso de la tarta de cerezas

Fuente: Freepik.es

La paciencia y la técnica son tus mejores aliados.

1. Preparando la masa hojaldrada perfecta:

  • Mezclar los secos: En un bol grande, mezcla la harina, la sal y el azúcar (si lo usas).
  • Incorporar la grasa: Añade los cubos de mantequilla fría (y manteca, si la usas) a la harina. Utiliza un cortador de masa, dos cuchillos o las yemas de los dedos para «cortar» la grasa en la harina hasta que la mezcla parezca migas gruesas con algunos trozos de mantequilla del tamaño de un guisante. Es importante trabajar rápido para que la grasa no se derrita. También puedes usar un procesador de alimentos, pulsando unas pocas veces.
  • Añadir el agua helada: Agrega el agua helada, una cucharada a la vez, mezclando suavemente con un tenedor después de cada adición, hasta que la masa comience a unirse y puedas formar una bola. No añadas demasiada agua; la masa debe estar húmeda pero no pegajosa.
  • Dividir y enfriar: Divide la masa en dos porciones, una ligeramente más grande para la base. Forma discos planos con cada porción, envuélvelos en film transparente y refrigéralos durante al menos 1 hora (o hasta 2 días). Este enfriamiento permite que el gluten se relaje y la grasa se solidifique, lo que facilita el estirado y asegura el hojaldre.

2. Preparando el suculento relleno de cerezas:

  • Lavar y deshuesar las cerezas: Si usas cerezas frescas, lávalas y quítales el hueso. Un deshuesador de cerezas facilita mucho esta tarea. Si son muy grandes, puedes cortarlas por la mitad.
  • Mezclar los ingredientes del relleno: En un bol grande, combina suavemente las cerezas deshuesadas, el azúcar, la maicena (o tapioca), el zumo de limón y el extracto de almendra (y la pizca de sal si la usas).
  • Macerar (opcional pero recomendado): Deja reposar la mezcla de cerezas durante al menos 30 minutos (o hasta un par de horas) a temperatura ambiente. Esto permite que las cerezas suelten sus jugos y que el azúcar y el espesante comiencen a disolverse, lo que ayuda a un mejor cuajado del relleno durante la cocción.

3. Ensamblando y horneando la tarta:

  • Precalentar el horno: Precalienta el horno a 200-210°C (400-425°F). Coloca una bandeja de horno en la rejilla inferior para recoger cualquier posible derrame de jugo.
  • Estirar la masa base: Saca el disco de masa más grande del refrigerador. Sobre una superficie ligeramente enharinada, estíralo con un rodillo desde el centro hacia afuera, girando la masa con frecuencia, hasta obtener un círculo de unos 30-33 cm de diámetro y unos 3-4 mm de grosor.
  • Colocar la masa en el molde: Enrolla la masa con cuidado en el rodillo y desenróllala sobre un molde para tarta de 22-24 cm. Presiona suavemente la masa contra el fondo y los lados del molde, sin estirarla. Recorta el exceso de masa dejando un borde de unos 2-3 cm.
  • Añadir el relleno: Vierte la mezcla de cerezas (y sus jugos) en la base de masa. Distribuye los trocitos de mantequilla por encima de las cerezas.
  • Preparar la masa superior: Estira el segundo disco de masa de la misma manera. Puedes optar por:
    • Costra completa: Cubre el relleno con este círculo de masa. Recorta el exceso dejando un borde similar al inferior. Sella los bordes pellizcándolos juntos. Haz varios cortes en la parte superior para permitir que escape el vapor.
    • Enrejado (Lattice top): Corta la masa estirada en tiras de igual ancho (unos 2 cm). Entrelaza las tiras sobre el relleno para formar un enrejado. Presiona los extremos de las tiras contra el borde de la masa inferior.
    • Decoraciones: Usa cortadores de galletas para crear formas decorativas con la masa superior.
  • Sellar y decorar los bordes: Pellizca los bordes de la masa superior e inferior para sellarlos. Puedes hacer un borde decorativo ondulado con los dedos o con un tenedor.
  • Pintar y espolvorear (opcional): Si lo deseas, bate el huevo con la leche/nata y pinta ligeramente la superficie de la masa superior (y el enrejado). Espolvorea con un poco de azúcar granulada para un acabado crujiente y dorado.
  • Hornear:
    • Coloca la tarta en la bandeja precalentada en el horno.
    • Hornea a 200-210°C (400-425°F) durante 20-25 minutos, o hasta que la masa empiece a dorarse.
    • Reduce la temperatura del horno a 180-190°C (350-375°F) y continúa horneando durante otros 30-45 minutos, o hasta que la masa esté bien dorada y el relleno burbujee vigorosamente (especialmente en el centro). Si los bordes de la masa se doran demasiado rápido, puedes cubrirlos con papel de aluminio o un protector de bordes para tartas.
  • Enfriar completamente: ¡Este es un paso crucial! Retira la tarta del horno y colócala sobre una rejilla enfriadora. Deja que se enfríe por completo, lo que puede llevar de 3 a 4 horas (o incluso más). Si cortas la tarta mientras aún está caliente, el relleno estará líquido y se desparramará. El enfriamiento permite que el espesante haga su trabajo y el relleno cuaje adecuadamente.

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