lunes, 19 mayo 2025

Finetwork, arrollada por Digi, «gastaba en promociones lo que debía a Vodafone»

Finetwork y Vodafone, socias desde los inicios de la compañía nacida en Alicante en 2019, protagonizan enfrentamientos judiciales cruzados por demandas civiles en las que se reclaman deudas millonarias. Inicialmente, Vodafone ha requerido más de 50 millones de euros a Finetwork por impagos de sus acuerdos de cesión de red, y Finetwork ha respondido esgrimiendo razones de calidad de servicio a la baja. La agresiva política empresarial de Finetwork, basada en la inversión en caras promociones con rostros populares del deporte o del espectáculo y que su negocio lo trastocó la política de precios de Digi, que ha acabado con las aspiraciones de muchas telecos españolas, podrían estar detrás del nuevo culebrón judicial del mercado teleco español.

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Finetword nació como operadora de telefonía en Villena, Alicante, en 2015 y en 2019, la compañía cerró un acuerdo con Vodafone para acceder a su red y expandir sus servicios a nivel nacional, de manera que funcionaba casi como una «marca blanca de Vodafone». Según las fuentes relacionadas con el proceso judicial consultadas por MERCA2, apenas dos años después, sobre 2021, «comenzaron los impagos de los costes de servicio de la red mayorista», puesto que la compañía alicantina carecía de red propia, indican. Vodafone, por su parte, ha declinado comentar el proceso, precisamente por encontrarse judicializado.

Según los conocedores de la situación procesal, los abonos de, digamos, el alquiler de los servicios de la teleco roja, entonces parte del grupo británico Vodafone Group, «eran erráticos«. «Un mes pagaban, otros no, o pagaban menos de lo que debían abonar». En paralelo, la marca británica veía como no recibía sus cantidades, pero Finetwork comenzaba y mantenía grandes y costosas campañas promocionales espectaculares.

Así, la operadora fundada por el empresario alicantino Pascual Pérez, se convirtió en los años 2023 y 2024 en la teleco con mayores patrocinios deportivos, (salvando las distancias con Telefónica), por lo que se convertían en imagen de la marca de la selección española de Futbol, tanto la masculina como la femenina, el Real Betis, la real Sociedad, el piloto de Fórmula1 Fernando Alonso, el jugador de pádel Ale Galán, el piloto de MotoGP Pedro Acosta y los pilotos del equipo Finetwork MIR Racing Team y por supuesto el Club Deportivo de Elda, del que también era dueño Pérez, al que por su espíritu emprendedor llaman en su zona el «Steve Jobs de Elda».

Precisamente, otro de los frentes judiciales abiertos de Finetwork es el que tiene con la liga de F femenina, porque según la entidad deportiva, su patrocinio en la temporada 22-23 tuvo un valor de 4 millones de euros, mientras que la operadora sostiene qu eno se firmó contrato alguno, y solo era un «acuerdo de intenciones», tal y como ha publicado Cinco Días. Las fotografías del aquel año demuestran que el patrocinio existió, con logos en el equipamiento y el nombre (F) de la competición.

Finetwork, arrollada por Digi, gastaba en promociones lo que debía a Vodafone

En el mundillo del espectáculo también invertían «grandes cantidades de dinero» para promoción como el ‘Tour Corazón y Flecha’ de Manuel Carrasco, la gira ‘Sanz En Vivo’ de Alejandro Sanz y otros festivales y conciertos como ‘Río Babel’ o el ‘Concert Music Festival 2022’ o la Gira ING OT 23. Y la sonadísima relación de las hormigas Trancas y Barrancas del programa de Antena 3 «El Hormiguero», que han sido referentes de la marcha durante más de un año, desde finales de 2023, y que han regalado todo tipo de dispositivos audiovisuales para promocionar a la operadora con sede en Elda.

Vodafone, según el proceso judicial, enviaba a Finetwork requerimientos conciliadores, argumentando que la deuda crecía, y que su intención era mantener el acuerdo para que la pequeña empresa mediterránea creciera, como lo hacían otras telecos locales, (Avatel o Adamo). Se plantearon incluso planes de pagos más relajados para fomentar la viabilidad financiera, «que finalmente se volvían a incumplir».

ZEGONA: PACIENCIA CON FINETWORK

Con la compra de Vodafone España por parte de fondo de inversión británico Zegona, culminada en mayo del pasado año, se plantea convertir a Finetwork en un Operador Móvil Virtual (OMV) para que el 1.200.000 clientes lo fueran realmente de la operadora de Pérez y no figuraran en las «cuentas» de Vodafone, y que a Finetwork le aportaba más flexibilidad para poner sus propias tarifas, por ejemplo. La migración se ha notado en el cómputo de usuarios de la teleco de origen británico, que perdía con ello ingresos por cliente, pero ganaba en el contrato mayorista.

Como la deuda ya era grande (superaba los 40 millones de euros) desde Zegona se propuso hacer una quita de la deuda, para «apostar por una relación de futuro entre ambas compañías». Se planteó un nuevo calendario de pagos, «con el objetivo de empezar de cero y ambas empresas beneficiarse del crecimiento de Finetwork y de su suma de clientes. «Los primeros pagos se hicieron, pero de nuevo, en poco meses, volvieron a incumplir el plan establecido», nos indican.

Vodafone, según los conocedores del proceso, «está atada, porque quiere proteger esas líneas, es decir, esa base de clientes que utilizan sus redes, por lo que no se ha planteado en ningún momento desactivar el servicio«.

Vodafone ha explicado la situación a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) con el fin de que estuviera informada y de obtener soporte o ayuda por parte del organismo regulador par arbitrar el entuerto. Pero además, Zegona decidió llevar el problema de los impagos a la a la Justicia, mediante una demanda civil con reclamación de cantidad, que incluye la petición de embargo de las cuentas de Finetwork.

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Finetwork patrocinó al piloto Fernando Alonso.

Y DIGI REVENTÓ EL MERCADO

Consultamos con analistas del mercado teleco, que nos indican cómo se puede haber llegado a esta situación, porque la operadora alicantina se Fundó y comenzó a andar en un momento en el que el mercado teleco bullía, y las operadoras locales, regionales, pequeñas y medianas veían «un futuro de pelotazo en cuanto a número de clientes, y una posterior compra por parte de alguna gran teleco».

Esta es la razón por la que Finetwork apostó por la inversión en marketing promocional muy agresivo, pero también muy caro. «El modelo cambió de repente con la irrupción de Digi y su política de precios, y su éxito ha supuesto un criba para las pequeñas telecos que no han podido mantener el ritmo de la operadora rumana, ni el de la inversión, ni el de la suma de clientes por el precio y la calidad de su servicio» nos indican.

Los conocedores del mercado teleco español insisten en que Finetwork tenía un abuena marca, buen marketing y dinamismo comercial, «pero Digi les ha arrollado» y según el relato d presentado en el juzgado, su modelo de gestión no ha sido de ninguna ayuda.

FINETWORK ARGUMENTA MAL SERVICIO

Todas las fuentes consultadas apuntan a un problema de gestión en la operadora alicantina. MERCA2 se ha puesto en contacto con la compañía que se remite a lo explicado por sus responsables el pasado viernes en Expansión: que «existe una situación de conflicto empresarial entre Vodafone España y Finetwork, provocada por incumplimientos graves y esenciales por parte de Vodafone en relación al contrato mayorista firmado a mediados de 2024 entre ambas compañías«.

Señala Finetwork también que los incumplimientos «alcanzan un valor en el mercado de 150 millones de euros, porque ha afectado gravemente a la marca, a la calidad del servicio, y a su productividad», por lo que reclaman también en un juzgado. Aquí es donde se produce el cruce de procesos judiciales entre las compañías.

Así, en las próximas semanas se esperan resoluciones judiciales que aclaren quién le debe a quién realmente. Vodafone tiene que perseguir esa deuda y hacer todo lo posible para lograrla. Finetwork siente que la teleco británica no les ha dado un buen servicio y reclama. Y mientras tanto, ambas tendrán que cuidar de proteger a la base de clientes que superan el millón de usurarios.

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