Las patatas bravas son un plato emblemático de la cocina española, conocido por su sabor contundente y su carácter crujiente. Estas deliciosas papas fritas, acompañadas de una salsa picante y cremosa, se han convertido en una tapa favorita en bares y restaurantes de todo el país. Cada región y cada chef tiene su propia versión, lo que resulta en una variedad de opciones que pueden satisfacer todos los gustos. En este artículo, exploraremos la historia de las patatas bravas, los ingredientes necesarios, una receta detallada paso a paso, y sugerencias de acompañamiento y variantes que realzarán este plato clásico.
El origen de las patatas bravas no está claramente documentado, pero se cree que se remontan a los años 60 en Madrid y Barcelona. Aunque su nombre «bravas» sugiere un tono picante, en sus inicios, el plato variaba en cuanto a los ingredientes usados en la salsa. Algunos afirman que las patatas bravas se popularizaron como una respuesta a la creciente demanda de tapas en los bares, convirtiéndose rápidamente en un elemento básico en las cartas de tapas.
La salsa brava, que acompaña a las patatas, se elabora generalmente con una mezcla de tomate, ajo y especias, y no hay un acuerdo universal sobre su receta. En algunas versiones, se incorporan pimientos o mayonesa, añadiendo a la variedad de sabores que se pueden encontrar en el plato. Con el tiempo, las patatas bravas han ido enriqueciendo su nivel de complejidad, y ahora son un símbolo de la cocina española, representando la esencia de compartir buenos momentos y conversar en la mesa.
3Acompañamientos para las patatas bravas

Las patatas bravas son perfectas por sí solas, pero aquí te ofrecemos algunas sugerencias de acompañamiento:
Alioli
Un buen alioli o salsa de ajo es una opción clásica para acompañar las patatas bravas. Su cremosidad y sabor resalta bien la textura crujiente de las patatas.
Ensalada mixta
Una ensalada fresca de lechuga, tomate y cebolla aliñada con aceite de oliva y vinagre beneficiará la mezcla de sabores y proporcionará un equilibrio en el plato.
Tortilla española
La tortilla jugando como acompañamiento también es perfecta. La textura suave y los sabores de la patata y el huevo combinan a la perfección con las patatas bravas.
Chorizo
El chorizo a la plancha o en rodajas puede ser un añadido sabroso y complementario. Su sabor ahumado complementará perfectamente la riqueza de las patatas y la salsa.
Vino
Un vino tinto joven o un vino blanco fresco maridarán idealmente con este plato. Un Tempranillo o un Albariño son perfectos para una buena experiencia de vino.