Los patinetes eléctricos se han convertido en el día a día de muchas ciudades españolas, ofreciendo una movilidad ágil y sin atascos. Sin embargo, con su auge han llegado también las normas de la Dirección General de Tráfico (DGT), que fija límites de velocidad, homologación y otros requisitos. Si los usuarios no cumplen estas reglas, las sanciones pueden ser realmente elevadas.
Aunque la DGT marca las líneas generales, los ayuntamientos cuentan con margen para endurecer las exigencias: desde obligar al seguro hasta imponer el casco. El resultado es un panorama en el que quien conduce un patinete eléctrico debe estar muy atento a cada detalle de la normativa, porque pasarse de la raya puede costar cientos de euros.
8Infracciones por distracción al volante

Conducir hablando por el móvil, sin manos libres, o manipulando el patinete mientras se envía un mensaje, se considera distracción y conlleva multas de 200 €. La DGT equipara estos comportamientos a los de los coches, porque la atención al volante debe ser plena en cualquier vehículo.
Mantener las dos manos en el manillar y el móvil en silencio es la única forma de esquivar este tipo de sanción y, además, de reducir el riesgo de caída o choque. Y además, de no hacerlo así, recuerda que te puedes exponer a una buena sanción por parte de la DIrección.