El bacalao rebozado, conocido popularmente como soldaditos de Pavía, es un plato clásico de la gastronomía española que destaca por su sencillez y sabor. Este delicioso aperitivo, que consiste en trozos de bacalao rebozados y fritos hasta quedar dorados y crujientes, es un favorito en muchas barras de tapas y restaurantes. Su preparación es rápida y fácil, lo que lo convierte en una opción ideal para una cena informal, una celebración o simplemente para disfrutar con amigos. En este artículo, exploraremos la historia del bacalao rebozado, los ingredientes necesarios, una receta detallada paso a paso, y algunas sugerencias de acompañamientos.
El bacalao es un pescado que ha sido parte fundamental de la dieta mediterránea y de la cultura española durante siglos. Su popularidad radica en su facilidad de conservación. En épocas pasadas, el bacalao se salaba y se secaba, lo que permitía que se mantuviera durante largos períodos, algo clave en un pasado donde la refrigeración no estaba disponible.
Los «soldaditos de Pavía» tienen una historia que se remonta a la ciudad de Pavía, en Italia, donde se elaboraban frituras de pescado. Esta receta fue adaptada en España, especialmente en el sur, donde el bacalao enharinado y frito se ha transformado en un aperitivo típico en restaurantes y bares de tapas.
Su nombre, «soldaditos», proviene de la forma en que se presentan los trozos de bacalao, que son fritos hasta tener un color dorado y crujiente, evocando la imagen de pequeños soldados uniformados. Este plato ha pasado a ser un símbolo de la cocina de bar en España, disfrutado por generaciones.
5Consejos para hacer el mejor bacalao rebozado

– Escoge pescado fresco: Asegúrate de elegir un pescado fresco y de buena calidad. Esto hará que el plato sea sabroso y sabroso.
– Mantén la temperatura del aceite alta: Asegúrate de que el aceite esté caliente, pero no humeante. La temperatura ideal es entre 180 °C y 190 °C para una fritura perfecta.
– No sobrecargar la sartén: Cocina en tandas para mantener la temperatura del aceite y permitir que los soldados se frían de manera uniforme.
– Refrigerar: Si te sobra la masa, refrigérala para que no se estropee hasta que estés listo para usarlas.