Europa debe cambiar su política de competencia porque se enfrenta a un orden mundial cambiante. Así lo entiende la Mesa redonda Europea de la Industria (ERT). Europa ha escuchado, se ha puesto en marcha y ha abierto un plazo de consulta de cuatro meses para recabar la opinión sobre su próxima revisión de nuevas directrices para regular el antimonopolio en la región de los 27. Las grandes operadoras europeas de telefonía móvil como Telefónica, Orange, Vodafone o Deutsche Telekom ven en esta iniciativa una oportunidad para impulsar su agenda desreguladora, pero hay voces que aún apuntan que las concentraciones empresariales puede suponer para los consumidores: enfrentarse a precios más altos y a menores posibilidades de elección.
A finales del mes de abril la Mesa Redonda Europea de la Industria (ERT) publicó un documento elaborado por expertos con el título «Fortalecer la ventaja competitiva de Europa» que según la organización «describe una agenda audaz y completa para modernizar la política de competencia de la UE con el fin de apoyar el crecimiento sostenible, la innovación y la competitividad global».
Europa ha escuchado, se ha puesto en marcha y ha abierto un plazo de consulta de cuatro meses para recabar la opinión sobre su próxima revisión de nuevas directrices para regular el antimonopolio
Desde la ERT consideran, por ejemplo, que «la política de competencia de la UE debe ser progresista» y que «el control de fusiones puede permitir a las empresas europeas crecer y competir a nivel global».
Apenas ocho días después, Bruselas ha escuchado a la ERC y a los líderes de los diferentes sectores industriales, como el de las telecos, que lleva años pidiendo revisar las políticas de Comnpetencia que tanto daño han hecho al sector. Así, han escuchado la reivindicación, por ejemplo, del propio presidente de Telefónica, Marc Murtra, que ya durante la inauguración de la Mobile Wird Congress en marzo abogó por la desregulación en la región para crear telecos europeas que puedan plantar cara en materia de inversión de desarrollo tecnológico a los otros dos grandes bloques geopolíticos, EE.UU. y China.

EUROPA CONSULTA SI DEBE O NO PERMITIR CONCENTRACIONES
Los informes del ex primer ministro italiano Enrico Letta y del ex presidente de Banco Central Europeo Mario Draghi sobre el futuro de la competitividad europea fueron cristalinos y demoledores: para frenar el declive económico de la Unión Europea frente a otras potencias, entre otras políticas, Europa necesita una estrategia industrial común, amplia y orientada a liderazgo tecnológico, además de otra estrategia horizontal para el mercado único y el crecimiento empresarial, y otro más de tecnología, digitalización, innovación y datos. Si las telecos europeas no crecen como empresas y recuperan pulso económico e inversor, poca digitalización podrá realizarse en todo el territorio, de manera igualitaria y rentable.
Bruselas ya se ha puesto en marcha, pero como no toma ninguna decisión sin consultar antes, el pasado jueves 8 de mayo ha abierto un plazo de cuatro meses hasta el 3 de septiembre para recabar opiniones sobre la próxima revisión de las nuevas directrices de la regulación antimonopolio comunitaria, con el objetivo de preservar la competencia y al mismo tiempo permitir que las empresas sigan creciendo. La Comisión Europea quiere revisar concretamente dos documentos no legislativos de 2004 y 2008 que ofrecen directrices para evaluar las fusiones entre empresas que operan en el mismo mercado, y que han sido la «biblia» que se ha aplicado a fusiones como la protagonizada por Orange y Más Móvil en España.
Las grandes operadoras europeas de telefonía móvil como Telefónica, Orange, Vodafone o Deutsche Telekom ven en esta iniciativa una oportunidad para impulsar su agenda desreguladora
De manera literal, quieren revisar las férreas políticas que hasta ahora aplicaba con mano de hierro la anterior comisaria de Competencia, Marguerite Vestager, que según los expertos ha sido «demoledora» para el sector teleco. La idea es «revisar las directrices de la UE sobre control de concentraciones relativas a la evaluación de fusiones horizontales y no horizontales, a la luz de las tendencias y realidades del mercado que están transformando la economía europea», y una vez recogidas las opiniones, se realizada la consiguiente «evolución de impacto.
Las grandes operadoras europeas de telefonía móvil como Telefónica, Orange, Vodafone o Deutsche Telekom «ven en esta iniciativa una oportunidad para impulsar su agenda desreguladora, especialmente ahora que la Unión Europea (UE) estudia la posibilidad de ayudar a las empresas locales a competir con los gigantes chinos y estadounidenses», según explica el Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Telecomunicación (COITT) Luis Miguel Chapinal.
la permisividad en materia de concentraciones «puede dar lugar a precios más altos y menos posibilidades de elección para los consumidores»
Como experto conocedor de la industria teleco, Chapinal nos recuerda que una de las peticiones de los grandes operadores europeos es que las revisiones de las fusiones pasen de obligar a las empresas a vender partes de su negocio cuando se fusionan a compromisos de inversión, «y utilizan el ejemplo de la reciente autorización de la fusión Vodafone-Three UK en el Reino Unido». las idea del Gobierno de Europa es conseguir que las empresas puedan seguir creciendo, pero preservando la competencia ¿Y si esto último no se consigue?
Como experto no obvia que hay «quien opina que esa política de fusiones puede ser contraproducente», porque según la asesora en cuestiones de competencia de The European Consumer Organisation (BEUC), Vanessa Turner, la permisividad en materia de concentraciones «puede dar lugar a precios más altos y menos posibilidades de elección para los consumidores» sin garantías de que se cumplan los compromisos de inversión».