Las croquetas son uno de esos platos que le gustan a practicamente todo el mundo. Es una de las preparaciones nacionales de las que más orgullosos no sentimos. Están presentes en tapas, en comidas familiares, en picnics, en celebraciones informales…. Con una corteza crujiente y un interior cremoso, su versatilidad y sabor han conquistado paladares alrededor del mundo. Además, las croquetas son una excelente manera de aprovechar sobras, evitando el desperdicio de alimentos y transformando ingredientes simples en una verdadera delicia culinaria.
6FREÍR PARA QUE QUEDEN CRUJIENTES

Para freír las croquetas, calentamos abundante aceite de oliva virgen extra suave en una sartén profunda. Es importante que el aceite esté bien caliente (aproximadamente 180°C) para que las croquetas se doren rápidamente sin absorber demasiado aceite. Freímos las croquetas en pequeñas tandas para no bajar la temperatura del aceite, girándolas con cuidado para que se doren uniformemente por todos lados. Una vez doradas, las retiramos con una espumadera y las dejamos escurrir sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.