En la reciente temporada estival, el turismo cultural y experiencial ha experimentado un notable crecimiento, llegando a incrementarse en 14 puntos porcentuales frente a la tradicional predominancia del turismo de sol y playa. Paralelamente, el turismo ‘single’ también ha ganado terreno, aumentando en 5 puntos, si bien el viaje en pareja sigue siendo la opción más popular.
Otra tendencia relevante ha sido la mayor predisposición a viajar en septiembre, lo que algunos analistas han interpretado como un intento por desestacionalizar el periodo vacacional. Además, se ha observado una búsqueda de experiencias más personalizadas y menos convencionales, que han impulsado la exploración de nuevos destinos emergentes.
Sin embargo, la demanda de destinos sostenibles se ha estancado, posiblemente asociada a la percepción de mayores precios en este tipo de ofertas. Por otro lado, se han afianzado algunas pautas surgidas durante la pandemia, como la mayor propensión a la compra de seguros de viajes y nuevas exigencias en las contrataciones.
Patrones de Consumo y Comportamiento de los Viajeros
En esta campaña estival, los viajeros han mostrado una mayor anticipación en la reserva y contratación de los viajes, con el doble objetivo de obtener mejores precios y asegurar su plaza en entornos sobredemandados. Ante el alza continuada de los precios, los consumidores han adoptado nuevos patrones de comportamiento, como reducir el número de días de estancia vacacional (6 de cada 10 disfrutan un máximo de 12 días) o elegir el destino en función de su coste.
Además, se ha observado que el deseo de viajar se prolonga más allá de los periodos vacacionales más característicos, con una mayor espaciación de los viajes y escapadas, ya sea explorando nuevas fórmulas, relegando posibles compras de bienes materiales o incluso acudiendo a su financiación, modalidad que ha aumentado en el último año.
Transformación en los Medios de Transporte
En cuanto a los medios de transporte utilizados, el avión ha incrementado su protagonismo, en consonancia con el interés por retomar los viajes internacionales. Por su parte, el tren ha acelerado y alcanzado el dato más alto de la serie histórica, con un aumento de 16 puntos porcentuales.
En resumen, la temporada estival se ha caracterizado por el auge del turismo cultural y experiencial, la mayor predisposición a viajar en septiembre, la búsqueda de experiencias más personalizadas, la adopción de nuevos patrones de consumo por parte de los viajeros y la transformación en los medios de transporte utilizados, reflejando una industria turística en constante evolución y adaptación a las tendencias emergentes.
