Los medios más críticos con el PSOE admiten que «queda Sánchez para rato»

El monumental ruido antigubernamental que generan medios, sondeos, togas y manifestaciones no está en armonía con el pensamiento de la ciudadanía, tal y como se advirtió en las elecciones generales del verano pasado y en las europeas de este domingo.

El bloque ‘antisanchista’ demostró que tiene dificultades para ganar terreno tras lograr 31 europarlamentarios, mientras que el bloque que avaló la investidura de Pedro Sánchez se quedó con 30 (20 de ellos del propio PSOE, que sale vivo del ‘caso Ábalos’, la amnistía, las sombras sobre Begoña Gómez y el desplome de la socialdemocracia en el Viejo Continente).

REACCIONES SOBRE EL PLEBISCITO PRESENTADO CONTRA SÁNCHEZ

El PP presentó un plebiscito contra Pedro Sánchez, que sale airoso del envite pese a que no logra los mayúsculos objetivos que en La Moncloa decían plantearse (que era la victoria que pronosticaba el manipulado CIS).

Los medios más furibundamente ‘antisanchistas’ aplauden que el triunfo del PP refuerce a Alberto Núñez Feijóo, pero admiten que la amarga victoria ‘popular’ no es suficiente para apuntillar a un dirigente tantas veces dado por muerto como Pedro Sánchez.

Okdiario dice en su editorial que «no hay duda de que Sánchez ha salvado los muebles. Dicho de otro modo: el castigo de los españoles a Sánchez es, sin duda, mucho menos duro que el castigo de Sánchez a los españoles. En conclusión, una victoria a los puntos no basta para acabar con el sanchismo».

Álvaro Nieto, al frente de The Objective, pronostica que «hay Sánchez para rato», subraya que el presidente español «es desde hoy el líder socialista más fuerte del continente», y señala que «España es el único gran país europeo donde el euroescepticismo está en cotas relativamente bajas, y eso también se interpretará en Bruselas como un logro del marido de Begoña».

El Mundo en su editorial dice que «Moncloa echará ahora el resto tratando de instalar la narrativa de una dulce derrota, cuando la realidad es que, frente a la pretendida remontada, el PSOE apenas aguanta gracias al desmoronamiento de sus socios de coalición».

Paco Marhuenda también analiza el relato monclovita al asegurar en La Razón que «el ‘sanchismo’ ha intentado sin éxito minimizar o esconder la clara derrota que sufrió Sánchez. Les preocupaba que hubiera sido mayor y que provocara el fin de la legislatura y, por supuesto, de sus cargos y sus chollos».

Sánchez
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz.

Libertad Digital en su editorial afirma que «el PSOE ha logrado sobrevivir a una situación muy complicada, pero lo ha hecho a costa de un acusado giro a la izquierda que le ha supuestos destrozar su propia coalición de gobierno».

Y El Español no comparte la visión general y cree que «si estas elecciones eran un referéndum sobre Begoña Gómez, la amnistía y el reconocimiento de Palestina, Pedro Sánchez lo ha perdido frente al PP de Feijóo».

ALIVIO EN LA MONCLOA

Esther Palomera apunta en eldiario.es que «el PP creyó en las encuestas que le dieron hasta 10 puntos de ventaja respecto al PSOE, rebajó la expectativas durante la campaña y acabó la noche de domingo dándose por satisfecho con una victoria ajustada».

Carlos E. Cué escribe en El País que el PSOE presenta una «gran resistencia en un momento de extrema debilidad de toda la socialdemocracia europea, lo que convierte a Pedro Sánchez en el líder de una especie de aldea gala progresista española —junto a Portugal, donde ganan los socialistas— en medio de un torbellino conservador que puede hacer caer varios gobiernos europeos».

Iván Redondo recuerda en La Vanguardia que «se dijo que Podemos estaba técnicamente muerto y resulta que es prácticamente el 50% del espacio electoral a la izquierda del PSOE», con lo cual «el motor Podemos mostró todo su potencial en estas europeas con una gran y emotiva campaña».

El País afirma en su editorial que «desde mayo del año pasado España se ha sometido a seis procesos electorales. El resultado en todos ellos niega con rotundidad que el país viva la situación política excepcional que la derecha y la ultraderecha proyectan desde que el 23 de julio de 2023 se quedaron cortos de escaños para gobernar».

Dice el diario que Prisa que se ha provocado «una ficticia situación de excepcionalidad amplificada por los apoyos mediáticos del PP, algunos comportamientos anómalos en el ámbito de la justicia y, en general, por todos aquellos que se dieron por aludidos por la petición de Aznar de ‘el que pueda hacer que haga’ para provocar la caída del Gobierno de coalición».

LAS RADIOS

Àngels Barceló y José Miguel Contreras en la SER señalan que la derrota progresista fue dulce y Antón Losada recuerda que «en 2014, la ultraderecha marca blanca, la que lidera Meloni, tenía 70 eurodiputados, ahora tiene 71 y la ultraderecha ‘mala’, antieuropea, tenía 48 y ahora tiene 57».

Carlos Alsina en su editorial de las 8 en Onda Cero admite que «Sánchez no encajó la arrolladora derrota que alguna vez temió. No ha habido hundimiento, ni humillación, como la de Macron en Francia. Feijóo no le hizo morder el polvo metiéndole diez puntos de ventaja como Aznar a Joaquín Almunia en el 2000. En el PP llegaron a soñar, semanas atrás, con un resultado como ése, diez puntos, doce, Sánchez repudiado en las urnas y Feijóo, vengado. No sucedió».

El sociólogo Narciso Michavila en ‘Herrera en COPE’ señala que Pedro Sánchez «se ha comido todas las reservas que tenía, ha resistido a costa de sus socios y los ha puesto de uñas. Ahora tiene que gestionar esa situación».

Y Carlos Herrera admite que «es cierto que Sánchez no se derrumba, pierde pero sobrevive a costa de radicalizarse en el terreno de otros y de vampirizar a sus socios».