Los accionistas de Grenergy sacarán partido de la reducción de capital de la compañía

La razón esgrimida por Grenergy para justificar la reducción de capital que llevó a cabo la pasada semana fue «retribuir a los accionistas de la compañía». Las fuentes financieras consultadas por MERCA2 conceden que este motivo tiene su peso, aunque matizan que «puede obedecer a varias razones estratégicas y financieras». Estas fuentes coinciden en un aspecto clave: el movimiento redundará en beneficio para los inversores.

Así lo expresa Sergio Ávila, analista senior de mercados en IG, quien opina que la disminución de capital social «puede optimizar la estructura de capital al reducir el endeudamiento y mejorar el retorno sobre el capital propio (ROE)».

El pasado 7 de mayo, el consejo de administración de Grenergy acordó en su junta general ordinaria de accionistas proceder a la reducción de su capital social. Éste quedará fijado en 10,25 millones de euros, representado por 29.294.228 acciones de 0,35 euros de valor nominal cada una de ellas.

GRENERGY DISMINUYE PARA AUMENTAR EL DIVIDENDO

Según la información remitida a BME Growth, la compañía fijó el importe nominal de la reducción de capital en 461.189,05 euros, mediante la amortización de 1.317.683 acciones de 0,35 euros de valor nominal cada una de ellas, representativas del 4,30% del capital social.

Grenergy aclaró que la finalidad de esta acción es la amortización de acciones propias, haciendo posible de esta manera las metas de la política de retribución al accionista de la sociedad, mediante el incremento del beneficio por acción. «Esta medida podría incrementar el valor para los accionistas y mejorar la confianza del mercado en la solidez financiera y las perspectivas de Grenergy», ratifica Ávila.

La reducción de capital de Grenergy se realiza con cargo a reservas de libre disposición, mediante la dotación de una reserva por un importe igual al valor nominal de las acciones amortizadas

«Además, puede ofrecer beneficios fiscales y permitir la distribución de dividendos extraordinarios o la recompra de acciones, aumentando así el valor de las acciones restantes» -reflexiona el experto- «También puede indicar un enfoque en proyectos más rentables o un saneamiento financiero para fortalecer el balance de la empresa».

Asimismo, la reducción de capital no implica la devolución de aportaciones a los accionistas de la sociedad, dado que ésta es la titular de las acciones que se amortizan.

Por otro lado, la reducción de capital se realiza con cargo a reservas de libre disposición, mediante la dotación de una reserva por un importe igual al valor nominal de las acciones amortizadas -461.189,05 euros-, de la que sólo será posible disponer con los mismos requisitos exigidos para la reducción de capital social.

«Grenergy ha aprovechado la caída de la cotización de estos meses para recomprar parte de sus propias acciones, lanzando el mensaje de que la compañía está infravalorada respecto a los planes de crecimiento que tienen»

Eduardo Imedio, analista de Renta4

Hasta la pasada semana, Grenergy había recomprado 35,6 millones de euros, el 88,9% del programa de recompra, a un precio medio de 26,98 euros por acción. MERCA2 ha consultado también a Eduardo Imedio, especialista en mercados financieros y Bolsa en la firma de inversiones Renta4. Este experto se muestra tajante respecto a la decisión de Grenergy: «Lo vemos como una noticia positiva».

«El plan de recompra de acciones de Grenergy fue anunciado el 19 de octubre de 2023, con el objetivo de retribuir al accionista y aprovechar la caída de la cotización» -explica Imedio- «Grenergy ha aprovechado la caída de la cotización de estos meses para recomprar parte de sus propias acciones, lo que lanza el mensaje de que el propio equity directivo ve claramente infravalorada la cotización respecto a los planes de crecimiento que tienen».

GRENERGY PONE A SU CÚPULA EN LA MISMA FRECUENCIA QUE LAS GRANDES

En la junta del 7 de mayo, los accionistas de Grenergy también aprobaron las cuentas anuales y la gestión de la compañía correspondientes a 2023, un ejercicio en el que se lograron cifras calificadas como «históricas» por la empresa, que multiplicó por cinco su beneficio neto y situó sus ingresos en 400 millones de euros. El año también fue clave desde el punto de vista operativo para la firma, que cerró 2023 con una cartera de 15,3 gigavatios (GW) en fotovoltaica y de 11,3 gigavatios hora (GW/h) en almacenamiento.

Asimismo, fue ratificado con un amplio respaldo el nombramiento de David Ruiz de Andrés como Presidente Ejecutivo y de Pablo Otín como Consejero Delegado de la compañía. Este desdoblamiento de funciones «permite a Grenergy avanzar en su objetivo de mantenerse como una referencia en el cumplimiento de las mejores prácticas en materia de gobernanza y transparencia», remarcó el comunicado de la compañía.

Está previsto que Ruiz de Andrés continúe al frente de la estrategia y la gestión diaria, así como de las decisiones estratégicas a largo plazo, mientras que las divisiones operacionales de la compañía, que incluyen el desarrollo, construcción y operación de los activos renovables, pasarán a estar bajo la supervisión de Otín.

LA DECISIÓN DE GRENERGY DE SEPARAR LAS FIGURAS DE PRESIDENTE Y CEO ESTÁ EN LÍNEA CON EL DISEÑO ESTRUCTURAL DE LA MAYORÍA DE LOS CONSEJOS DE ADMINISTRACIÓN DE LAS GRANDES DE LA ENERGÍA ESPAÑOLA

La decisión de separar la figura del presidente de la del CEO pone a la energética en la senda de otras grandes del sector como Iberdrola y Repsol, cuya cúpula está estructurada de la misma manera. En Iberdrola, el presidente Ignacio Sánchez Galán es secundado por el CEO Armando Martínez; mientras que en Endesa Juan Sánchez-Calero delega buena parte de su liderazgo en el consejero delegado José Bogas.

Repsol, por su parte, tiene una cúpula aún más heterogénea, añadiendo a las figuras del presidente (Antonio Brufau) y CEO (Josu Jon Imaz) la del Consejero Independiente Coordinador, encarnada en Mariano Marzo. Según el Código de Buen Gobierno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la misión primordial de este directivo consiste en hacer valer en el Consejo los intereses del capital flotante; es decir, aquella porción del capital que se encuentra en manos de pequeños inversores y es negociado habitualmente en Bolsa.