La semillas de chía son reconocidas por sus múltiples beneficios para la salud, pero ¿sabías que es posible potenciar estos beneficios asta en un 300%. La clave está en el proceso de germinación. Aquí descubrirás cómo la germinación no solo mejora disponibilidad de nutrientes sino que también maximiza los efectos positivos de estas semillas milagrosas.
La germinación es un proceso natural por el cual una semilla se desarrolla hasta convertirse en una nueva planta. Este proceso comienza con una hidratación de la semilla, seguido de una serie de cambios bioquímicos que aumentan la disponibilidad de nutrientes y la actividad enzimática. En el caso de la chía, la germinación puede incrementar significativamente su valor nutricional, haciendo que sus proteínas, vitaminas y minerales, sean más accesibles para tu cuerpo.
GERMINACIÓN DE LA SEMILLA DE CHÍA PASO A PASO

Para germinar necesitarás:
- Una cucharada de semillas de chía
- Un vaso con agua para hidratarlas
- Un pote plástico con agua, dejando 1 cm de distancia de la superficie
- Una gasa doble o paño para cubrir el pote
Primero vas a hidratar las semillas en un vaso de agua, luego colocarás la gasa encima del pote plástico con agua, para sostenerla y mantenerla firme utiliza una liga. Una vez hidratadas, espárcelas por la gasa, asegúrate que las semillas no queden sobrepuestas y que estén bien distribuidas. Coloca una tapa sobre el pote para cubrirlas, pero sin cerrar por completo, para permitir la circulación de aire. Ubica el pote cerca de una ventana donde reciba luz, pero no sol directo.
LOS CUIDADOS NECESARIOS PARA UNA GERMINACIÓN EFECTIVA
Es vital regarlas regularmente con una atomizador. Si vives en un clima cálido, riégalas tres veces al día; si el clima es frío basta con hacerlo en tarde y en la noche. Evita inundar las semillas, ya que el exceso de agua puede provocar que se pudran. Al segundo día, notarás que la mayoría han brotado. En este punto retira la tapa y cubre el pote con una bolsa plástica para no tener que interferir con el crecimiento de los brotes.
Para el tercer día, los germinados habrán crecido considerablemente. Ahora es el momento de exponerlos a la luz solar directa, recordando que la velocidad de germinación varía según el clima. En el cuarto o quinto día, las semillas deberían haber germinado completamente, listas para su consumo. Lávalas bien con agua alcalina y vinagre de manzana. Aunque puedes retirar la raíz, se recomienda consumir el germinado completo para aprovechar al máximo sus beneficios.
La germinación de la chía es un proceso sencillo que puede resultar en un aumento significativo de todas sus propiedades nutricionales. Al seguir estos sencillos pasos, podrás disfrutar de semillas de chía con hasta un 300% más de beneficios, contribuyendo así a una dieta más saludable y enriquecida que mejorará tu bienestar general.