La Kombucha, esa bebida fermentada que ha conquistado el mundo de la salud y el bienestar, se reinventa en esta receta sin azúcar añadido. Utilizando el poder natural de las grutas, es posible crear una Kombucha que no solo es deliciosa sino también nutritiva. La combinación de la remolacha y la manzana ofrece un perfil de sabor único y una serie de beneficios para la salud.
Preparar kombucha en casa es un proceso sencillo y gratificante Con unos pocos ingredientes y herramientas, puedes fermentar tu propia bebida probiótica. Esta versión sin azúcar es ideal para aquellos que buscan reducir su consumo de azúcares añadidos sin sacrificar el sabor, lo que te dará beneficios nutritivos para tu bienestar general.
KOMBUCHA CARGADA DE NUTRIENTES Y PROBIÓTICOS ESENCIALES

Para comenzar, necesitarás un bote grande de unos 3 litros, una muselina de algodón con una goma para cubrir el bote durante la fermentación y botellas para el almacenamiento final. Los ingredientes son simples: 2kg de remolacha, 2kg de manzana, 300 ml de kombucha neutra sin pasteurizar y un scoby. Si es tu primera vez, puedes obtener el scoby de un amigo o comprarlo junto con la kombucha neutra.
El proceso comienza licuando las remolachas y las manzanas en un extractor de jugos. Luego vierte el zumo obtenido en el bote de fermentación y añade el scoby junto con la kombucha neutra. Cubre el bote con la muselina y asegúralo con las goma. La fermentación debe realizarse a una temperatura cálida, idealmente entre 28o C y 29o C.
EL TIEMPO DE FERMETACIÓN DE LA KOMBUCHA ES CRUCIAL
El tiempo de fermentación de esta delicia de remolacha y manzana, varía según la temperatura y tu gusto personal; generalmente, se recomienda entre 10 a 15 días para obtener un sabor ligeramente ácido, si tus gustos son más extremos puedes extender este paso por dos días más.
Una vez completada la fermentación principal, trasvasa la kombucha a botellas y permite que fermente durante uno o dos días más. Después, refrigera la bebida por otro día antes de disfrutarla. En la nevera, esta bebida fermentada se conserva bien durante 4 a 5 días, aunque es mejor consumirla dentro de los primeros tres días para disfrutar de su frescura y sabor óptimos.
Crear tu propia kombucha de remolacha y manzana sin azúcar es una experiencia enriquecedora que resulta en una bebida refrescante y saludable. Este proceso no solo te permite controlar los ingredientes sino que también te brinda la satisfacción de fermentar tu propia bebida probiótica en casa. Anímate a probar esta receta y descubre el placer de una kombucha casera, natural y llena de sabor.