Un mes de abril de hace 30 años el Real Madrid se dejó en Balaídos, el campo del Celta de Vigo, sus escasas opciones de ganar la Liga en la campaña 93-94. Perdió 3-2 en el estadio de Balaídos y se esfumaron sus posibilidades. El pospartido en los medios desveló que el madridista Fernando Hierro se ‘despachó’ con sus compañeros, quejándose de modo coloquial de que él se sacrificaba por todos. Teka patrocinaba entonces al Real Madrid y Citröen, al Celta.
“Estoy hasta los h. de correr ‘pa’ todos”. Esta fue la frase de Fernando Hierro que recogieron las cámaras de Canal Plus, en un encuentro que se jugó el sábado 2 de abril de 1994. Recoge el lamentó del entonces jugador del Real Madrid, que ocupaba la posición de centrocampista, una posición discutible para un futbolista como él, gran llegador a gol, pero lento en la conducción y distribución del juego. Curiosamente, ese partido Hierro jugó como central.
Esa sensación era muy real porque los blancos hicieron un pésimo partido y después del prime gol local, anotado por Ratkovic, un gol que se ‘comió’ el portero merengue Paco Buyo.
EL REAL MADRID CAE
Los gallegos alinearon a Santiago Cañizares, Luis Dadíe, Alejo Indias, Patxi Salinas, Jorge Otero, José Gil, Vicente Álvarez, Vicente Engonga, Stjepan Andrijasevic, Milorad Ratkovic, Vladimir Gudelj, el Madrid jugó con Buyo, Hierro, Alkorta Sanchis, Velasco, Chendo; Prosinecki, Martín Vázquez, Luis Enrique; Butragüeño y Zamorano.
Los blancos se pudieron adelantar después de un lanzamiento de esquina, pero el balón se fue a la madera. Tras dos ocasiones del celta, llegó el descanso, sin goles.
En el comienzo del segundo tiempo, a los 3 minutos, es decir, en el minuto 48, Ratkovic lanza desde fuera del área, al que llegó sin oposición. El balón hace un extraño y Buyo se ‘come’ el gol. A los 59 minutos, Engonga, libre de marca, deja solo a Andrijasevic que anota con facilidad y clase ante la salida de Buyo. A los 69 minutos, balón a la espalda de la zaga blanca y Gudelj, hoy delegado del equipo, anota tras definir con precisión ante el guardameta del Madrid. Marcador de 3-0 y partido, a priori, resuelto.
EL MADRID RECORTA
El Madrid recortó distancias a los 82 minutos. ‘El Buitre’ marcó de penalti a Santiago Cañizares. Casualidades de la vida, el árbitro que lo señaló fue Celino Gracia Redondo, el mismo que virló 3 penaltis al Madrid la temporada anterior en el partido ante el Tenerife, el último de la liga 92-93. En ese choque, los blancos perdieron el campeonato, un trofeo que se fue a las vitrinas del Barcelona de Johan Cruyff.
A cuatro minutos del final, Fernando Hierro anotó de falta para el Madrid, que se ponía a un gol de empatar. Ese tanto lo tuvo en sus botas Luis Enrique, pero la pelota se fue por un pelo.
A cuatro minutos del final, Fernando Hierro anotó de falta para el Madrid, que se ponía a un gol de empatar
El Madrid se quedaba muy lejos, por mucho que el técnico, Vicente del Bosque, que asumía por primera vez el banquillo merengue en calidad de ‘apagafuegos’, al estilo Luis Molowny, dijera que había que buscar los 14 puntos que quedaban. Era un decir, por aquello de defender el escudo, porque el campeonato era cosas del Deportivo de la Coruña y el Barcelona, que, a la postre, fue el campeón.
El Madrid esa temporada hizo una mala campaña. Después de Vigo, el campeonato fue un suplicio, aunque, al menos sirvió para que Zamorano marcara gol después de muchos meses sin mojar. Los blancos fueron cuartos y se clasificaron para la Copa de la Uefa.
La temporada siguiente, con Valdano en el banquillo, Laudrup como mediapunta y Raúl González como gran descubrimiento, los merengues ganaron la Liga después de cuatro temporadas de reinado azulgrana.
COPA DEL REY
En la temporada en la que el Celta pasó por encima del Madrid, los gallegos jugaron la final de la Copa del Rey. Lo hicieron precisamente en Madrid, en concreto en el estadio Vicente Calderón, que entonces era la cancha del Atlético de Madrid de Jesús Gil.
El rival en la final fue el Zaragoza de Víctor Fernández. El cuadro gallego llegó a los penaltis y en la tanda el ganador fue el cuadro maño. Alejo fue el jugador del Celta que falló su lanzamiento y ‘Paquete Higuera’ anotó la pena máxima que hizo estallar a la afición maña, que entono el famoso “Esta copica pa la Pilarica”. La temporada siguiente pasarían a la historia con el gol de Nayim al Arsenal en la final de la Recopa, partidazo que se jugó en París.
