Blackrock se lucrará aún más a costa de la desgracia de Solaria en Bolsa. Esa es la manera concisa, directa y sencilla de decirlo. Hay otra forma más técnica, consistente en explicar que la ‘madre de todos los fondos’ elevó el martes sus posiciones cortas en la empresa fotovoltaica, con lo que aumenta su apuesta a favor del descalabro de ésta en los parqués. Y lo hace en contra del criterio mayoritario de los analistas. Tras el ataque bajista de la gestora, la cotización de la compañía de energía solar ha empeorado más aún. Solaria abre hoy a 9,43 euros por acción.
Para entender el movimiento de Blackrock hay que realizar una lectura del pésimo momento de las empresas de energías renovables en general, y de Solaria, en particular, en Bolsa. En 2023 las energías ‘verdes’ vivieron un año para olvidar, y en lo que llevamos del presente ejercicio han ido de mal en peor.
BLACKROCK PESCA EN RÍO REVUELTO
El S&P Global Clean Energy Index, índice de referencia en el sector, se dejó más de un 13% en el primer trimestre de 2024, acumulando pérdidas superiores al 26% en los últimos 12 meses. Las empresas españolas del ramo, por su parte, las están pasando canutas en los parqués, con Solaria (-47,34% en lo que va de año) y Acciona Energía (-26,82%) en el vagón de cola del Ibex. Grenergy, que cotiza en el continuo, parecía capear mejor el temporal durante los primeros compases del año, pero ha acabado cayendo en barrena (-17,8%).
Los catastróficos números no impiden que muchos expertos confíen en un colosal rebote. Eduardo Imedio, analista de Renta4, declaró a MERCA2 que «el proceso de ajuste de las valoraciones por el incremento de los tipos de interés debería estar prácticamente finalizado»; y que, de hecho, la dura y larguísima corrección que han sufrido los valores ‘verdes’ «podría comenzar a ser un viento de cola para las compañías de energías renovables en Bolsa».
EL ÚLTIMO ASALTO BAJISTA DE BLACKROCK A SOLARIA, QUE HA SUBIDO SUS POSICIONES CORTAS HASTA EL 3,48% DE SUS TÍTULOS, HA LOGRADO AGRAVAR LA YA CRÍTICA SITUACIÓN BURSÁTIL DE LA FOTOVOLTAICA
En el caso particular de Solaria, el panel de analistas de Bloomberg da la razón a Imedio: el 47,6% aconseja comprar y el 38,1% mantener las posiciones, por tan solo un 14,3% que recomienda ponerse el chaleco salvavidas y saltar del barco. Blackrock, sin embargo, no ha dudado en nadar a contracorriente.
Según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el coloso financiero ha subido su apuesta a corto en la fotovoltaica, que ha pasado del 3,30% al 3,48% de sus títulos. De este modo, Blackrock se beneficiará si la cotización de Solaria se desploma aún más.
El movimiento de la gestora de fondos esconde un potencial efecto de profecía autocumplida, pues, dado su inmenso tamaño e influencia, bien podría hacer cundir el pánico entre los inversores y provocar su huida en desbandada. Así, la propia Blackrock propiciaría las bajadas.
Por el momento, la estrategia de Blackrock funciona. Al cierre de esta edición, la acción de Solaria caía ligeramente en el conteo diario, perdiendo cerca de un punto porcentual. Ha acusado el embate bajista de Blackrock, que este mes no ha parado de batir una y otra vez su propio récord de posiciones cortas en el capital de la empresa de renovables. Una de las posibles lecturas de este nuevo desplome es que su cotización aún no ha tocado fondo, y puede sufrir aún más.
SOLARIA SE COMPRA A SÍ MISMA
A mediados de marzo, el CEO de Solaria, Enrique Díaz Tejeiro, elevó su participación en la misma compañía que dirige tras la compra de un paquete accionarial de 90.000 títulos, a un precio medio de 10,05 euros por acción. Esta nueva compra materializa, según ha expresado la promotora fotovoltaica en un comunicado, «la confianza del consejero delegado en la buena marcha y en los planes de crecimiento e internacionalización de la compañía».
Si el sentido de esta decisión era reavivar artificialmente el interés inversor en Solaria, al principio consiguió su objetivo, con los títulos registrando fuertes avances durante un corto período de tiempo. Sin embargo, el repunte no era más que un espejismo y la acción recuperó rápidamente su tendencia bajista hasta situarse por debajo de los 10 euros, donde aún permanece.
