Pestiños la alternativa más dulce a las tradicionales torrijas de Semana Santa

Uno de los dulces tradicionales de la gastronomía de nuestro país es el pestiño. Se suele tomar en cualquier época del año pero en un origen era un dulce de Semana Santa. El dulce en sí consiste en una masa crujiente, con sabor a anís y cítricos. Como curiosidad hay que señalar que empezamos a verlos en pastelerías y confiterías a partir de las Navidades, pero durante el Carnaval y la Semana Santa siguen decorando sus escaparates y degustándose en los paladares de los españoles, especialmente en los pueblos que saltean la geografía española .

Nosotros pensamos que esto es consecuencia directa de lo tremendamente popular que es este dulce. Y no nos extraña lo más mínimo, porque esta fina masa de harina frita en aceite de oliva y pasada por miel está para empezar y no parar. Genial para acompañar ese café de sobremesa que pide a gritos un bocado dulce, para alegrar una merienda o, por qué no, para darse un capricho a la hora del desayuno.

Un dulce que según la historia culinaria de España entroncaría con la época musulmana de la Península, siendo similar a algunos dulces de la gastronomía del norte de África. Siendo la  shebbakiyya marroquí la más parecida a nuestro pestiño. Por eso si eres de los que disfrutan con los postres de sartén, te gusta la miel y los sabores vintage, los pestiños son para ti.

En la versión más clásica e este dulce vamos a presentar una elaboración sencilla pero enriquecida con semillas de anís y con aromas cítricos. La miel pasa a embadurnar todo el bollo, olvidando a la azúcar a y a la canela, algo que se hace más al sur de España.

Para finalizar, lo más común es cortar la masa en cuadrados y doblar dos esquinas opuestas hacia el centro, pero quién se puede dejar volar la imaginación y crear formas propias. Dependiendo el tamaño del gusto del cocinero.

Preparación de la masa

  1. Infusionamos el aceite de oliva virgen extra calentándolo en una pequeña sartén con las pieles del limón y la naranja. Cuando comience a burbujear, retiramos el aceite del fuego y dejamos que se enfríe antes de proceder.
  2. Si queremos que los pestiños queden ligeramente suflados, podemos añadir un poco de impulsor químico (levadura) a la masa. No es necesario, así que al gusto de cada uno.
  3. Colocamos la harina y la levadura (en caso de usarlo) en un recipiente hondo, Hacemos un hueco en el centro y añadimos el vino blanco dulce, el anís y el aceite infusionado ya frío que habremos pasado por un colador para que no caigan restos de limón o naranja.
  4. Mezclamos y amasamos ligeramente hasta obtener una masa homogénea con la que haremos una bola. La dejamos reposar cubierta con un paño durante 30 minutos, así será más maleable a la hora de extenderla y formar los pestiños.

Forma, fritura y presentación final de los pestiños de Semana Santa

  1. Dividimos la masa en bolitas de similar tamaño y las extendemos con un rodillo, dando forma ovalada. Doblamos uno de los extremos sobre sí mismo para darles forma de lazada y freímos en abundante aceite de oliva.
  2. Dejamos escurrir los pestiños en una fuente con papel absorbente o sobre un colador. Cuando estén fríos los pasamos por el almíbar de miel, que habrá de estar frío o tibio, y los dejamos escurrir sobre una rejilla metálica. Después de unos minutos, tendremos nuestros pestiños listos para disfrutar con un buen café, vaso de leche o tal cual.
  3. Para preparar el almíbar de miel, cocemos en un cacito el agua y el azúcar, a fuego medio bajo, durante 10 minutos o hasta que la mezcla comience a espesar. Añadimos la miel, removemos bien y cocemos durante 5 minutos más antes de retirar del fuego y enfriar.

Sigue toda la receta de pestiños de Semana Santa en las fotos del álbum. No os perdáis detalle para que os salgan perfectos.

Consejos para mejorar la receta

  • Cuando estiremos la masa con el rodillo, es importante que la dejemos bien fina para que el pestiño quede bien crujiente.
  • Sí no nos gusta el baño de almíbar de miel, también podemos optar por rebozar los pestiños en azúcar con canela molida.
  • Hay comunidades españolas en las que la masa se enriquece con semillas de anís o matalahúva, lo que potencia el sabor de los pestiños y les da una textura muy interesante. también se pueden añadir después del baño de almíbar. Al gusto de cada cual.
  • Si te sobran pestiños, los puedes guardar en un recipiente hermético en un lugar seco durante un par de días. La textura cambiará ligeramente y nos atrevemos a decir que mejorarán con el reposo, pues absorberán el baño de miel y quedarán jugosos por dentro.
Antonio Olalla
Antonio Olalla
Licenciado en periodismo por la UCM. Aprendí en varias secciones de deportes de medios nacionales. Hice la 'mili' en periodismo social de la mano de Servimedia. Fui reportero en sitios tan diferentes como Sinaloa, el Sahel o Etiopía. Ahora soy el responsable de la información de fin de semana de los medios del Grupo Merca2 e intento hacer un mundo mejor desde Gentinosina Social. La Historia mi pasión y la música bajo el paraguas de la 'Americana,' si es posible, mejor.