BCE, una siglas que impacientan a los hipotecados. No hay que bajar los tipos antes de tiempo porque hay riesgos. Con una visión relativa a la desinflación, la Reserva Federal ha lanzado este aviso, un guante que está por ver si recogerá la del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, algo que se desliza de las actas de la cita de enero del Consejo de Gobierno del BCE. El mercado sigue especulando sobre cuándo llegará la bajada de tipos. Junio parece que será demasiado pronto para las aspiraciones de los ciudadanos y los mercados. Toca esperar. Esta situación tiene tensos a quienes cuentan con una hipoteca y esperan bajada de tipos para aliviar sus cuotas.
Los miembros del Consejo de Gobierno del BCE coincidían en la cita de enero en que la prudencia y la paciencia son aún necesarias y en que “el proceso desinflacionista se mantiene frágil”. Así las actas señalan que “el riesgo de recortar los tipos de interés demasiado pronto sigue siendo mayor que el de hacerlo demasiado tarde”.
En este marco, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) está en el mismo barco que el BCE, lo cual preocupa e impacienta a quienes tienen hipotecas y esperan que haya una bajada de tipos que alivie lo que pagan cada mes por sus préstamos.
DE LA FED AL BCE
Días antes los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se mostraron cautelosos ante el riesgo de que el proceso de desinflación se estanque en caso de bajar los tipos de interés antes de tiempo, lo que supondría un riesgo mayor que mantenerlos sin cambios, según se desprende de las actas de su última reunión de política monetaria, celebrada el 30 y 31 enero.
«La mayoría de los participantes advirtieron del riesgo de relajar demasiado deprisa la política monetaria y subrayaron la importancia de evaluar cuidadosamente los nuevos datos para determinar si la inflación está descendiendo de forma sostenida hacia el 2%», reza el documento publicado este miércoles, que añade que solo «un puñado» de los miembros mencionaron los riesgos de excederse en la espera.
Este es un mensaje que puede recoger el BCE, que si se se moviera demasiado rápido, la inflación podría volver a subir, lo que podría obligar al BCE a endurecer de nuevo los tipos, un costoso ir y venir, advirtió Lagarde.
SI EL BCE SE MUEVE el demasiado rápido, la inflación podría volver a subir
Los mercados prevén ahora 113 puntos básicos de recortes de tipos este año, frente a los 150 puntos básicos de hace solo unas semanas, aceptando la presión concertada del BCE contra las apuestas excesivas de relajación de la política monetaria.
Desde Renta 4 creen que «el inicio de bajadas de tipos se retrasará y limitará su cuantía».
El órgano rector de la entidad convino en que, aunque se han producido «mejoras» tanto en el índice general como subyacente de la inflación, estas lecturas podrían reflejar fenómenos «idiosincráticos» que podrían ser temporales.
En consecuencia, el banco central sigue inclinándose por contar con más pruebas que certifiquen la convergencia clara de la inflación con el objetivo de estabilidad de precios. Además, aunque los responsables de la Fed coincidieron en que los tipos estaban «probablemente» en su «pico», el momento en el que acometer el primer recorte de tipos aún no estaba claro.
«Los participantes destacaron la incertidumbre asociada al tiempo que sería necesario mantener una política monetaria restrictiva», subraya el informe.
LAS ACTAS DE LA FED
Después, las actas han indicado que algunos miembros consideraron «apropiado» aminorar el ritmo de ajuste del balance e, incluso, continuar con dicho proceso después de haber bajado la tasa de referencia desde el rango actual del 5,25% y el 5,5%.
«Dada la incertidumbre que rodea a las estimaciones del amplio nivel de reservas, ralentizar el ritmo de reducción podría ayudar a suavizar la transición a ese nivel de reservas o podría permitir al comité continuar con la disminución del balance durante más tiempo», ha señalado la Fed.
DISTINTAS VISIONES
En el campo del análisis, el economista jefe en AXA IM, en el que comenta que: “El mercado espera ahora que el BCE recorte más que la Fed de aquí a finales de 2024. Esto probablemente refleja la creciente brecha entre EE.UU. y la zona euro en lo que se refiere a la economía real. En AXA IM nos debatimos entre nuestro enfoque normativo (lo que pensamos que debería hacer el banco central) y el predictivo (lo que pensamos que acabará haciendo).
Desde un punto de vista normativo, no nos cabe duda de que, dada la situación de la economía, el BCE puede permitirse dar un «salto de fe» y recortar ya más de 100 puntos básicos este año. Sin embargo, desde un punto de vista predictivo, los términos del debate entre halcones y palomas nos hacen pensar que el BCE se abstendrá de ofrecer más de tres recortes este año”. En cualquier caso, advierte: “Para cuando los recortes posteriores empiecen a levantar la economía, ya se habrán producido muchos daños por la combinación del impacto retardado del endurecimiento del BCE y el efecto de la restricción fiscal”.
El mercado espera ahora que el BCE recorte más que la Fed de aquí a finales de 2024
En el último análisis de la economista jefe en AXA IM, Gilles Moëc, comenta que: “El mercado espera ahora que el BCE recorte más que la Fed de aquí a finales de 2024. Esto probablemente refleja la creciente brecha entre EE.UU. y la zona euro en lo que se refiere a la economía real. En AXA IM nos debatimos entre nuestro enfoque normativo (lo que pensamos que debería hacer el banco central) y el predictivo (lo que pensamos que acabará haciendo). Desde un punto de vista normativo, no nos cabe duda de que, dada la situación de la economía, el BCE puede permitirse dar un «salto de fe» y recortar ya más de 100 puntos básicos este año.
HALCONES Y PALOMAS
Sin embargo, desde un punto de vista predictivo, los términos del debate entre halcones y palomas nos hacen pensar que el BCE se abstendrá de ofrecer más de tres recortes este año”. En cualquier caso, advierte: “Para cuando los recortes posteriores empiecen a levantar la economía, ya se habrán producido muchos daños por la combinación del impacto retardado del endurecimiento del BCE y el efecto de la restricción fiscal”.
Moëc señala que concluye: “Seguimos estando de acuerdo con nuestra previsión de un primer recorte en junio, incluso si existe un riesgo significativo de que el BCE actúe ya en abril. Sin embargo, si eso ocurre, seguiríamos esperando que el banco central mantuviera un ritmo lento de acomodación. Esto debería limitar las expectativas del mercado en cuanto a la cantidad total de recortes”.
«Seguimos estando de acuerdo con nuestra previsión de un primer recorte en junio, incluso si existe un riesgo significativo de que el BCE actúe ya en abril», INDICAN EN AXA IM
El experto explica que: ”Si el BCE llega a la conclusión de que la economía sigue una trayectoria demasiado débil que, en última instancia, pondría en peligro su objetivo de inflación «desde abajo», dispondría de tiempo suficiente para corregir el rumbo. Por otra parte, una vez que decida corregir el rumbo, dado que los tipos de interés oficiales son ahora elevados en comparación con los niveles históricos, dispondrá de un amplio margen para proporcionar acomodación antes de llegar al límite inferior y verse obligado a contemplar la reanudación de las herramientas no convencionales”.
OTRAS VISIONES
Por su parte, Mabrouk Chetouane y Nicolás Malagardis, responsables de estrategia de Natixis IM Solutions, en el que explican su convicción de que la Fed recortará tipos en verano, antes que el BCE, que debería esperar a septiembre u octubre.
los responsables de estrategia de Natixis IM Solutions, en el que explican su convicción de que la Fed recortará tipos en verano, antes que el BCE,
“No esperamos que la Reserva Federal (FED) recorte los tipos al menos hasta junio o julio, ya que la actividad económica en EE.UU. sigue siendo fuerte y el mercado laboral se mantiene tenso y apoya un fuerte crecimiento salarial. Del mismo modo, es poco probable que el Banco Central Europeo (BCE) recorte los tipos al menos hasta septiembre u octubre, ya que espera una mayor confirmación de que el crecimiento salarial en la zona euro está disminuyendo.
El descenso de la inflación subyacente estadounidense se ha ralentizado en los últimos meses, cayendo sólo 0,2 puntos porcentuales desde septiembre, cuando se situó en el 4,1% interanual. Esto indica que la inflación de los servicios se mantiene firme, mientras que el crecimiento de los salarios parece demasiado fuerte para permitir un nuevo descenso de la inflación subyacente hasta el objetivo del 2% de la Reserva Federal a corto plazo. Esto no es ninguna sorpresa.
Al fin y al cabo, la actividad económica en EE.UU. sigue creciendo a un ritmo superior al tendencial y el mercado laboral se mantiene tenso y respalda un fuerte crecimiento salarial. De hecho, el sólido informe sobre el empleo publicado a principios de febrero reveló que la economía estadounidense probablemente no haya iniciado aún su aterrizaje suave.
Estos últimos acontecimientos justifican que la Reserva Federal mantenga abiertas todas las opciones para evitar entrar demasiado prematuramente en un ciclo de recorte de tipos, lo que podría entrañar el riesgo de una reaceleración de la inflación. Por lo tanto, es probable que la Fed quiera ver pruebas claras y adicionales de moderación del crecimiento salarial antes de seguir adelante. Creemos que esta moderación podría hacerse más evidente en el segundo trimestre y permitir potencialmente el inicio de recortes de tipos en junio o julio
INFLACIÓN
Aunque la inflación subyacente armonizada de la Eurozona ha disminuido más que la de EE UU desde septiembre, cayendo 0,9 puntos porcentuales desde entonces, cuando se situaba en el 4,5 a/a, el BCE también sigue preocupado por el crecimiento salarial. Esto se debe a que, a pesar de la significativa ralentización del crecimiento en 2023, el mercado laboral de la Eurozona se ha mantenido bastante tenso y los costes laborales unitarios han aumentado como consecuencia del débil crecimiento de la productividad. Es la continuación de esta dinámica lo que preocupa al BCE, ya que corre el riesgo de desencadenar una segunda oleada de inflación liderada por los costes laborales.
Si se retrasa hasta finales del verano, el BCE permitiría que los efectos adicionales del endurecimiento se filtraran a la demanda y, de este modo, reuniría más pruebas de que el crecimiento salarial, y a su vez la inflación subyacente, están bajo control antes de relajar la política monetaria.
En resumen, la todavía sólida actividad económica y el elevado crecimiento salarial mantendrán tanto a la Fed como al BCE pacientes hasta mediados de año, pero la clara confirmación de la ralentización de la inflación salarial debería permitir el inicio de los recortes de tipos en junio/julio y septiembre/octubre, respectivamente”.