La sede de la nueva Autoridad Europea de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo (AMLA, por sus siglas en inglés), por la que pugna Madrid, se dará a conocer entre la noche de este jueves y la madrugada del viernes tras una votación en la que participarán representantes del Consejo y, por primera vez, también del Parlamento Europeo.
La capital madrileña, que propone que esta nueva oficina tenga sede en la Torre de Cristal del centro financiero, compite con otras ocho ciudades europeas: Roma (Italia), Viena (Austria), Vilna (Lituania), Riga (Letonia), Frankfurt (Alemania), Dublín (Irlanda), París (Francia) y Bruselas (Bélgica).
La votación arrancará a las 18.00 horas de este jueves y puede demorarse varias horas hasta que una de las ciudades logre la mayoría necesaria –al menos 28 votos si se emiten 54 válidos–, ya que está previsto que se organicen varias rondas para que una de ellas resulte finalmente seleccionada, según ha explicado fuentes comunitarias.
El procedimiento no prevé que las ciudades sean descartadas en cada ronda de voto, por lo que todas ellas «sobrevivirán» hasta el final del proceso.
El Consejo y el Parlamento dispondrán cada uno de 27 papeletas de voto que deberán emitir por su candidato preferido. El Consejo tendrá un voto por Estado miembro, mientras que la Eurocámara los ha dividido por grupos políticos según su tamaño.
De este modo, el Partido Popular Europeo contará con 8 votos; los Socialdemócratas, con 6; los liberales (Renew), con 4; los Verdes, con 3; los grupos de extrema derecha de los Conservadores y Reformistas e Identidad y Democracia, con 3 y 2, respectivamente; y la Izquierda, con un voto.
Cada uno de los representantes con derecho a voto podrá también decidir abstenerse o no apoyar ninguna de las candidaturas y, una vez emitidas las papeletas, se revelarán los resultados anunciando los votos uno a uno.
COMETIDO DE LA AMLA
La AMLA es la pieza central de un paquete más amplio para combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, y su labor será la de supervisar el nuevo reglamento de la UE para combatir los flujos de dinero sucio y a las entidades financieras de mayor riesgo –aquellas con operaciones en al menos seis Estados miembro-. También tendrá fuertes poderes para intervenir en caso de fallos de supervisión y asumir la tarea.
La nueva autoridad también actuará como coordinadora de las acciones de los supervisores en diferentes países de la UE y garantizará la convergencia de las prácticas de supervisión. Sobre la base de una propuesta del Parlamento Europeo, AMLA también tendrá la tarea de mediar y resolver disputas entre autoridades nacionales.
Además, AMLA apoyará a las unidades de inteligencia financiera en el análisis de transacciones sospechosas y la detección de casos de lavado de dinero, en particular apoyando el análisis conjunto y la gestión del sistema utilizado para compartir información de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).