José Miguel Contreras se hace fuerte en la nueva etapa del Grupo Prisa

La muerte de Miguel Barroso ha provocado un corrimiento de tierras en la cúpula del Grupo Prisa, que ha decidido cubrir el hueco dejado por el ex secretario de Estado de Comunicación con dos movimientos de ficha.

En el primer caso, el intelectual Jordi Gracia compatibilizará la subdirección de El País con la presidencia del Consejo editorial de Prisa, que es un órgano que orienta ideológicamente a la compañía, mientras que, por el otro, José Miguel Contreras se convierte en director de Contenidos de Prisa Media, que es un cargo de nueva creación hecho a su medida.

CONTRERAS SE HACE FUERTE

Contreras pasa a ser número 2 de Prisa Media, en la que sigue al frente Carlos Núñez, por lo cual tendrá posibilidad de influir sobre los contenidos de medios de comunicación como El País, la Cadena SER, As o Cinco días.

El nuevo director de Contenidos de Prisa Media trabajó en los años ochenta para la compañía, tanto en El País como en la fallida Radio El País, y tras años de guerras contra la empresa desde su puesto como CEO de La Sexta, regresó a Prisa en marzo de 2022 al venderle la factoría audiovisual que él había puesto en pie tres años antes, Lacoproductora.

Contreras regresó hace casi dos años a Prisa al venderle su productora

Contreras tendrá que ejercer de nexo entre La Moncloa y Prisa, vigilar el cumplimiento del Plan Estratégico del multimedia (cuya mejora de ingresos y ebitda son evaporados por los casi 100 millones de euros anuales en gastos financieros) y mantener un ojo en sus otros pequeños productos.

Estos son Lacoproductora, proveedora de RTVE (‘Días de tele’ o ‘El condensador de fluzo’), Movistar Plus+ (‘That’s My Jam Spain’) o la propia Cadena SER (con el videopodcast ‘Sastre y Maldonado), y el periódico que posee, Infolibre.

Este diario digital equilibró ingresos y gastos en 2022, tras casi una década de pérdidas ,y en 2023 podría haber entrado en beneficios tras firmar el pasado verano un provechoso acuerdo con El País, que está invitando a su nutrida comunidad de abonados a que se inscriban en la revista de pensamiento Tintalibre.

LA LARGA SOMBRA DE BARROSO

Lo único que han compartido los tres presidentes socialistas del actual periodo democrático son los consejos de Miguel Barroso, líder natural, carácter fascinante y protagonista de una vida novelesca que le llevó a fichar hace cuatro décadas por El País tras engañar a Antonio Tejero, Alfonso Armada y Jaime Milans del Bosch al hacerse pasar por un joven militar afecto al golpismo ultraderechista del 23F.

Años después, Barroso se incorporó al gabinete de José María Maravall en el Ministerio de Educación y se empolló el debate de Nixon y Kennedy para asesorar al ‘sobrado’ Felipe González en el segundo debate de las elecciones de 1993 que sirvieron al entonces al presidente del Gobierno para retener el poder por sorpresa, y sobre la bocina.

Contreras
José Miguel Contreras.

Este influyente periodista de juventud maoísta pasó toda la vida con un pie en el sector privado (FNAC o WPP) y otro en el público (secretario de Estado de Comunicación y director de la Casa de América bajo el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero).

Y toda la vida tuvo una relación de amor-odio con el Grupo Prisa, de la que ejercía de todopoderoso consejero y mano derecha del presidente Joseph Oughourlian tras haberse enfrentado con la compañía cuando alentó el nacimiento de La Sexta o ejerció de mano derecha de Carme Chacón en las primarias socialistas que ganó Alfredo Pérez Rubalcaba, quizá en la única victoria felipista en tres décadas.

RECUERDOS DE BARROSO

Jordi Gracia lamentaba las leyendas que han perseguido a Barroso: «La imagen fabricada de un tentacular controlador mafioso de la actividad del grupo fue siempre mentira, por mucho que la derecha mediática repita obstinada e indocumentadamente —en público y en privado, y hasta el mismo día de su muerte— que Barroso era el consiliere, el capo mafia, el condukator del grupo con una intromisión continua en el periódico y en la SER para que todos a una secundásemos a Sánchez y nadie se saliese de la fila. No se sabe bien si mienten a sabiendas, incluso los más vaticanistas, o simplemente no saben lo que dicen, y hablan por hablar como conspiranoicos».

La directora del mismo periódico, Pepa Bueno, caminó por el mismo sendero: «Hoy sería uno de esos días en los que nos reiríamos a carcajadas leyendo lo que se está escribiendo de nuevo sobre él, esos superpoderes que le permitían inspirar al sanchismo, asaltar empresas, maniobrar con accionistas, renovar redacciones, diseñar campañas electorales, controlarlas en los mítines, en las redacciones, en las redes, hacer portadas, editoriales, programas, susurrar al oído y cantar habaneras. Todo a la vez en todas partes. Esa caricatura que pasean quienes necesitan creer o hacer creer en grandes conspiraciones para justificar prosaicos fracasos personales».