‘La Moderna’: Jacobo ha desaparecido y Laurita sufre el peor varapalo de su vida

Esta semana en ‘La Moderna’ sorpresas y emociones fuertes van a ser una constante, después de un arranque de lo más sorprendente en el que hemos conocido las verdaderas intenciones de Jacobo Morcuende, el supuesto hijo secreto de don Jaime. Es algo que afecta directamente a Carla, más centrada en detener la próxima boda de Matilde e Íñigo; mientras tanto Laura es presa de una nueva desdicha tras sufrir un terrible accidente, y en el salón de té se intenta alcanzar un consenso sobre las propinas. ¡Lee aquí todo lo que te espera en tu serie favorita! LA SEMANA PASADA, EN ‘LA MODERNA’… Jacobo Morcuende dice ser el hijo secreto de don Jaime, sin embargo bajo esa historia lacrimógena hay un oscuro secreto, algo que Carla está dispuesta a descubrir tratando de seducir a este extraño, aunque parece que él va dos pasos por delante. Entretanto Íñigo ha sufrido un revés en sus planes futuros con Matilde, ya que la única oferta de compra del Madrid Cabaret ha sido rechazada. En el salón de té la cosa también anda revuelta, con todo el personal inquieto después de saber que Matilde pretende un reparto justo de las propinas, que hasta ahora eran exclusivas de los camareros. Peor lo lleva Laurita, embarazada de Collado y con la idea de deshacerse del bebé rondándole la cabeza, para disgusto de Trini y Esperanza. AGUIRRE DESENMASCARA A JACOBO La historia que Jacobo Morcuende estaba muy bien construida, pero en todo momento Carla ha sospechado de sus intenciones. Su socio, Aguirre, es de la misma opinión, y aunque en un principio las pruebas parecían darle la razón al hijo secreto de don Jaime, una investigación más profunda ha destapado la verdad: el nuevo personaje de ‘La Moderna’ es un impostor y un estafador. Aguirre tiró del hilo de la identidad del visitante, pero en vez de centrarse en él fue a la fuente original, la vida de don Jaime. Efectivamente el empresario tenía un hijo llamado Jacobo, pero éste falleció hace años en Guinea. El militar arrincona al farsante con esta nueva información, y esta reunión da un giro siniestro en ‘La Moderna’. ¿DÓNDE ESTÁ MORCUENDE? Aguirre quiere ponerse una medalla con Carla, así que corre a contarle a su socia lo que ha descubierto de Jacobo. El problema es que la viuda ha intentado contactar con el farsante llamándole al hotel donde se aloja, pero no hay ni rastro de Morcuende: ¿es posible que Aguirre se haya deshecho de él acabando con su vida, como hizo con Manuel en capítulos anteriores de ‘La Moderna’? A pesar de que esto resuelve sus problemas con Jacobo, Carla no está para nada satisfecha. Piensa que Aguirre se está extralimitando e incluso que no obedece su autoridad; y no va desencaminada. El militar tiene sus propios planes que van más allá de las galerías, y para alcanzarlos no va a tener reparos en pisarle el cuello a la villana de ‘La Moderna’. LA TRAGEDIA SE CEBA CON LAURITA Una desgracia tras otra, así está siendo la vida de la sobrina de don Fermín en ‘La Moderna’. Después de quedarse embarazada de Fernando Collado y de que la única solución del padre fuese el aborto, la joven acudió a tal fin a la clínica, pero a las puertas se arrepintió de su decisión y dio media vuelta… Con tan mala suerte de que un ladrón forcejeó con ella para quitarle el bolso, provocando que cayese por las escaleras y causándole unas graves heridas que la llevan al hospital. Convaleciente de sus heridas, Laurita sufre otro desprecio de su madre cuando Gabriela ni siquiera se molesta en ir a visitarla. Sí lo hacen sus compañeras en La Moderna, su único apoyo en estos momentos tan difíciles; pero la alegría de esa visita le dura un respiro. El médico tiene malas noticias para la muchacha, ya que ha perdido el bebé que esperaba por culpa de la caída. LA VIDA SIGUE GOLPEANDO A ROSARIO La semana pasada los Garcés vivieron un momento dulce en ‘La Moderna’ cuando Pablo, tras reparar el coche del anticuario, consiguió una máquina de coser para su madre. Rosario está encantada, de hecho ya piensa en conseguir el mayor número posible de clientes. Los vecinos de la corrala están entre ellos, y además le han dado permiso para que monte su taller de costura en el almacén del edificio. Por desgracia, todos esos planes tan felices van a quedarse en nada. Rosario acaba de recibir un telegrama de Galicia, en el que su familia la requiere de nuevo para ir a cuidar a su madre. La matriarca de los Garcés se sume en la tristeza, recordando que la última vez que se fue por ese mismo motivo, su hijo Pablo terminó en la cárcel por un crimen que no había cometido. MATILDE TOMA LAS RIENDAS DE SU VIDA La protagonista de ‘La Moderna’ es una mujer de armas tomar, y para empezar le pone los puntos sobre las íes a Teresa. Sabe que ella fue quien puso a los camareros en su contra, así que le habla claro: no sólo va a conseguir un reparto equitativo de las propinas, sino que a partir de ahora piensa plantarle cara, porque una cosa es ser buena y otra tonta; todo esto mientras la encargada escucha lívida. Matilde también quiere poner orden en casa. Sabe que su madre está chapada a la antigua, así que le pide a Íñigo que realice una pedida de mano formal; una tradición tal vez pasada de moda, pero que servirá para que Rosario vea con mejores ojos su próxima boda. Un enlace que vuelve a estar amenazado por Carla, quien hará todo lo posible por sabotearlo en los próximos capítulos de ‘La Moderna’. PEDIDA DE MANO EN ‘LA MODERNA’ Siguiendo los deseos de Rosario y de la propia Matilde, Íñigo le pide la mano de manera oficial en casa de los Garcés, que están encantados con todo el acto. La más alegre de todos es Luisa, quien además de celebrar el futuro enlace de su hermana consiguió resolver el problema de los encargos de la editorial; de hecho están tan contentos con ella que le han ofrecido un ascenso. La alegría de de Íñigo sufre un parón por culpa, una vez más, de Carla. La viuda está muy molesta con el tema de la futura boda, de hecho le echa en cara que no le haya informado de su compromiso con Matilde. El gerente del Madrid Cabaret le habla bien clarito: no tiene que darle explicaciones de lo que hace con su vida, sobre todo a ella. HAY MOVIMIENTO EN EL SALÓN DE TÉ Además de todo el jaleo de preparar su próxima boda, Matilde pronto cambiará de vida si todo sale bien, ya que piensa mudarse a La Rioja con Íñigo. Esto supone renunciar a su puesto como encargada adjunta en La Moderna, así que no tiene más remedio que informar a don Fermín, quien a pesar de lamentar la ausencia de su empleada favorita, acepta la buena noticia de su enlace. Mientras tanto Teresa ha comenzado sus maniobras. La encargada de La Moderna se reúne con dependientas y camareros, para intentar mediar entre todos y alcanzar una solución sobre el reparto de las propinas. ¿La bronca de Matilde ha hecho que cambie de actitud, o tal vez pretende marcarse el tanto de ser ella quien resuelva el problema?

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