Le urge a aplicar la ley europea para poder realizar paradas intermedias en sus rutas internacionales
El director general de FlixBus en España y Portugal, Pablo Pastega, ha pedido al nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, que sea «valiente» y abra el mercado del autobús a la competencia en beneficio de millones de viajeros, que verían rebajados lo billetes y ampliadas las frecuencias.
En una entrevista a Europa Press, Pastega le insta a tomar esta decisión para dejar atrás un modelo que lleva sin actualizarse más de 30 años, que es deficitario y que cuenta con la mayor parte de los contratos caducados desde hace años.
Las grandes empresas de transporte de viajeros, principalmente Alsa y Avanza –frente a las 2.800 empresas más pequeñas que no participan en las grandes concesiones–, controlan la mayoría de esos contratos, por lo que su patronal se opone frontalmente a cualquier sistema que acabe con el modelo concesional.
Asimismo, esta semana, el ministro Puente ya avanzó que volverá a presentar la Ley de Movilidad Sostenible tal y como se adoptó hace un año, y es en esta ley en la que se enmarca el nuevo mapa concesional, que en términos generales, continuaría con ese modelo y solo deja la puerta abierta a la apertura de la competencia en pocas líneas.
«Parece que es un ministro que quiere mejorar las cosas, cueste lo que cueste, y tiene esa voluntad de hacerlo mirando, pensando en el conjunto de la sociedad, y yo creo que eso es algo muy importante y positivo, pero hay que ver si eso luego se transforma en hechos», ha declarado Pastega.
Sin embargo, esa ley tiene que estar aprobada antes de que acabe el año para que España pueda recibir el séptimo paquete de los fondos europeos, por lo que el ministro ya ha dejado claro que, pese a que no le gusta, tendrá que presentarla sin cambios para aligerar su tramitación.
Pastega recuerda que todos los países de la Unión Europea, salvo Rumanía, Hungría y Grecia, además de España, ya han abierto el mercado a la competencia. Además, en España está compitiendo con el tren, que sí se ha liberalizado y en el que ya participan hasta tres empresas distintas, rebajando precios y subiendo a más personas al tren.
Por el contrario, el autobús ha perdido 15 millones de viajeros desde la pandemia. El directivo pone a Italia como ejemplo, señalando que allí también había muchos operadores consolidados y que, tras la apertura del mercado, todos siguieron existiendo y el número de pasajeros creció significativamente.
En otros países, como Francia o Alemania, el autobús de largo recorrido casi no existía y el impulso de FlixBus, según defiende Pastega, hizo disparar el número de pasajeros, al pasar en Francia de solo 1 millón a más de 10 millones de usuarios, lo que supone quitar vehículos de la carretera y reducir las emisiones contaminantes.
APLICAR EL CABOTAJE POR LEY
Al margen de su reivindicación para liberalizar el mercado en España, otra singularidad del país es la de no permitir el cabotaje (que los viajeros puedan subir o bajarse en paradas intermedidas en las rutas internacionales), a pesar de que FlixBus considera que incumple la normativa europea.
Sin embargo, la compañía, que solo presta servicios internacionales en España, ya ha solicitado al Ministerio poder realizar ese sabotaje en sus líneas pero aún no ha recibido la aprobación. La negativa podría basarse en el posible perjuicio económico que esto supondría para las concesiones que se prestan en lugares coincidentes.
«Hay muchas rutas que directamente no están en el mapa concesional, ni en el actual ni en el que estaba diseñado, y en el que ahora mismo es imposible prestar servicio de ninguna manera», lamenta Pastega. Sin embargo, FlixBus no ha recurrido a Bruselas aún para denunciar ese incumplimiento.