La relación entre españoles y franceses ha sido históricamente compleja, marcada por una mezcla de rivalidades y similitudes culturales. Si bien compartimos frontera y elementos culturales, como la pasión por la gastronomía y el arte, también hemos tenido disputas históricas que han dejado huellas en la percepción mutua. Esta relación, a veces competitiva, se ha suavizado en la actualidad, promoviendo una convivencia más amigable y una apreciación mutua de nuestras diferencias y similitudes. A pesar de los desacuerdos pasados, hoy en día prevalece una relación de vecindad que busca la colaboración y el entendimiento. Aun así, a continuación te contamos cuáles son los motivos por los que supuestamente nos odian.
7Tampoco les guste que untemos paté en mucho pan: hay que ponerlo en un trocito pequeño

Los franceses tienen su manera particular de disfrutar el paté, prefiriendo colocarlo en porciones pequeñas de pan en lugar de extenderlo en grandes cantidades. Para ellos, la moderación es clave al saborear este manjar. Esta preferencia contrasta con la costumbre española de disfrutar sabores intensos y generosos. Aunque en tono de broma, estas diferencias en la forma de consumir el paté reflejan distintas perspectivas sobre la comida y el placer gastronómico.