Pedro Sánchez y Ribera se imponen a Yolanda Díaz en el impuesto a las energéticas

Nunca fue un problema para Pedro Sánchez cambiar de rumbo. En el asunto del impuesto a las energéticas, hay un nuevo ejemplo. De este modo, el presidente del Gobierno y la ministra para la Transición Ecológica vicepresidenta tercera del Ejecutivo, Teresa Ribera, han escenificado lo que parece es un nuevo rumbo al respecto. Con ello, las energéticas tomarán aire en sus cuentas y, lo normal es que también en el precio de las acciones en bolsa.

EL NUEVO RUMBO DE PEDRO SÁNCHEZ

“Estamos viendo que el precio de la energía se está conteniendo, continúa alto, pero se está reduciendo. Y también estamos viendo que hay proyectos industriales que necesitan también de esa cobertura de una política energética que de alguna manera estimule, incentive estas grandes inversiones en energía renovable para estos proyectos industriales. Por tanto, estamos en esa fase de trabajo de rediseño para ver cómo podemos también incentivar estos proyectos industriales (…)”. Estas palabras de Pedro Sánchez en el programa de televisión ‘Espejo Público’, de Antena 3 dan cierta esperanza a las energéticas, que, no obstante, se muestran cautelosas. “Parece, y solo parece, que se impone el sentido común en lo del gravamen a las energéticas y la necesidad de incentivar la inversión en transición energética  en vez de castigarla”.

Las palabras de Pedro Sánchez marcan la pauta en el tema después de que Ribera desllizara el cambio de rumbo

Las palabras de Pedro Sánchez marcan la pauta en el tema después de que Ribera desllizara el cambio de rumbo al decir, sobre el impuesto a las energéticas, que «existe la necesidad de evaluar si estos beneficios excepcionales aún persisten». Añade que se deben tener en cuenta las inversiones cruciales para la transición energética. Uno de los `puntos que encendió la Voz de alarma en el Gobierno fueron las declaraciones del CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, en las que señaló «antes de tomar cualquier decisión de inversión en España», analizará si las condiciones son «estables y suficientemente atractivas para garantizar la rentabilidad de los proyectos», y ha asegurado que si no es así, se cuenta con «otras alternativas. A estas palabras se unieron después las del presidente de la compañía, Antonio Brufau, que advirtió de que si no hay «estabilidad jurídica y fiscal» en España, las inversiones por 1.500 millones de euros que la energética prevé llevar a cabo en el país para impulsar el hidrógeno renovable se irán a «Portugal o a Francia».

En un encuentro organizado por la Fundación Repsol y Tecnun, la Escuela de Ingeniería Universidad de Navarra, Brufau aseguró que estos 1.500 millones de euros de inversión de Repsol «están sometidos a una cosa que se llama estabilidad; estabilidad jurídica y estabilidad fiscal».

En el caso de las energéticas, esta tasa actualmente grava con el 1,2% de la facturación obtenida en aquellas empresas con ingresos superiores a 1.000 millones euros excluyendo los negocios regulados y actividades fuera de España y extra peninsulares.

Recaudación con el impuesto a la banca

Los impuestos a la banca y empresas energéticas han recaudado 2.900 millones de euros este año, en línea con lo proyectado por el Gobierno, aunque en sus previsiones siempre había redondeado en los 3.000 millones, según datos del Gobierno a fecha 25 de octubre.

Los impuestos a la banca y empresas energéticas han recaudado 2.900 millones de euros este año, en línea con lo proyectado por el Gobierno, aunque en sus previsiones siempre había redondeado en los 3.000 millones

En concreto, según datos de Hacienda, el segundo pago de ambos gravámenes, efectuado en septiembre, alcanzó los 1.453 millones de euros, cifra muy similar a la del primer pago, realizado en febrero. De esta cantidad, 827 millones correspondieron al impuesto a las energéticas y 626 millones al de la banca.

LOS RECURSOS

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se mostró convencida de que el Gobierno ganará los recursos que se han presentado contra estas figuras fiscales que, según consta en el acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar, se prorrogarán tras revisarlos por si necesitan “algún ajuste”.

“Los evaluaremos y si necesitan algo para un mayor rendimiento también lo haremos. Antes de que se termine su vigencia revisaremos ambas figuras y las prorrogaremos incorporando todos los elementos que permitan que sean más seguras o más robustas”, dijo.

Ahora mismo, el impuesto temporal a la banca grava al 4,8% los intereses y comisiones de todas las entidades que facturasen más de 800 millones en 2019 y el tributo afecta a la actividad que las entidades desarrollen en España.

EL 1,2% DEL IMPUESTO

Por su parte, el tributo energético grava el 1,2% sobre el importe de la cifra de negocio de las compañías del ramo energético que facturasen más de 1.000 millones en 2019. Se excluye de la facturación objeto del gravamen los ingresos derivados de las actividades reguladas.

De este modo, el impuesto no afecta a aquellos ingresos donde el suministro sea a precio regulado, como es el caso del PVPC de electricidad, la tarifa de último recurso (TUR) de gas, el GLP envasado y el GLP por canalización.

Ambos gravámenes fueron adoptados de forma temporal, para su liquidación en 2023 y 2024 sobre los ingresos obtenidos en 2022 y en 2023 por la banca (vía comisiones) y por las empresas energéticas.

Empresas como Repsol, Banco Sabadell, Bankinter y Kutxabank, han presentado recursos ante la Audiencia Nacional contra estos tributos, pero el tribunal ya ha rechazado adoptar las medidas cautelares sobre los mismos.

Empresas como Repsol, Banco Sabadell, Bankinter y Kutxabank, han presentado recursos ante la Audiencia Nacional contra estos tributos

“Nosotros siempre que legislamos lo hacemos desde la seguridad jurídica y, por supuesto, pensamos que aquellos recursos interesados que se han puesto sobre estas figuras fiscales los vamos a ganar”, aseguró la ministra Montero.

La imposición de estos gravámenes no quita, según Montero, que los bancos y empresas energéticas sigan presentando unas cuentas de resultados muy abultadas. “Parece que hemos acertado en el sector que mejor puede aportar para que permita unos mejores servicios públicos, por ejemplo, o acompañar las medidas de Ucrania, como se hizo con motivo de esta recaudación”, ha defendido.