José Miguel García, el mago de las ‘teleco’ que pilotará el Vodafone de Zegona

El fondo inversor inglés Zegona, que ha comprado la filial española de Vodafone, no va a dejar que el barco de la teleco española vaya más a la deriva. Para sacar toda la rentabilidad a los 5.000 millones de euros que va a invertir en su compra va a poner al frente a José Miguel García Fernández, el mago de las empresas de telecomunicaciones en España pro excelencia.

El fondo ya comprobó la excelencia de este directivo cuando vio cómo había llevado el negocio de la operadora Jazztel y cómo pilotó los destinos de Euskaltel una vez que la compraron los inversores ingleses. Sin despidos, con visión de negocio y recortando en directivos, donde estos no hacían falta.

García no es un directivo español al uso, ya que está versado en cientos de batallas empresariales internacionales y es experto, precisamente, en telecos desde hace tres décadas. Estudió Ingeniería en Electricidad y Electrónica, realizó un máster en Comunicaciones Digitales por la Universidad Monash de Melbourne y fue allí, en Australia, donde comenzó su carrera como consultor de telecomunicaciones y tecnología en Lincoln Scott International. Desde entonces, ha sido consejero delegado en un total de 16 países diferentes a lo largo de todos los continentes, menos el asiático, e inversor estratégico y miembro asesor en los consejos de un buen puñado de start-ups en medio mundo durante 25 años.

fue consejero delegado de teleco española Jazztel, que se convirtió en el operador de mayor crecimiento en el mercado español de telecomunicaciones

Cofundó en España Case Technology, compañía dedicada a la integración de sistemas, la transformó e internacionalizó en voz, datos e internet, fue su consejero delegado para España y Portugal y la dirigió también cuando fue comprada por Cable & Wireless en el año 2.000, donde llegó a ser vicepresidente ejecutivo en Europa, consejero delegado en Panamá y director general en Reino Unido e Irlanda.

Antes, entre 1990 y 1995, y a petición del Gobierno Vasco, José Miguel García elaboró ​​un proyecto para diseñar un mapa de infraestructuras de redes de fibra óptica a desplegar en los tres territorios del País Vasco, con lo que ya sentó las bases del futura Euskalnet. Las primeras infraestructuras de fibra óptica tanto en el Parque Tecnológico de Bizkaia como en el Hospital de Cruces fueron diseñadas y suministradas por su empresa

En 2006 y hasta 2015 fue consejero delegado de teleco española Jazztel, que se convirtió en el operador de mayor crecimiento en el mercado español de telecomunicaciones. Los años 2016 y 2017 ocupó un cargo en el consejo y después fue vicepresidente de Millicon Group y luego consultor estratégico de Orange Group, en el camino de la transformación de las unidades de negocio europeas de la convergencia Fix-Mobile. Después, fue él el artífice de que Amazon y Canon compraran en 2018, una la empresa de software SQRRL y la otra Briefcam.

Virgin Telco
La nueva Vodafone será dirigida por José Miguel García, quien fuera CEO de Euskaltel

ZEGONA SE FÍA DE GARCÍA PARA VODAFONE ESPAÑA

José Miguel García es el hombre que Eamonn O’Hare, CEO de Zegona, quiere en España para generar, y cuanto antes, ese potencial de caja que cree que Vosafone todavía tiene y poder recuperar los 4.000 millones de euros de facturación anual y competir de igual a igual con Telefónica y Orange. El fondo quiere asegurarse el buen trabajo que García realizó en Euskaltel cuando se puso al frente de la operadora vasca en 2019, justo cuando Zegona se colocó como primer accionista con un 20,94% de las acciones, tras superar en participación a Kutxabank, que se quedó con un 19,88%.

fue él el artífice de que Amazon y Canon compraran en 2018, una la empresa de software SQRRL y la otra Briefcam

En 2020 José Miguel García puso en marcha una estrategia por la que la teleco podía haber llegado a ser operadora nacional junto con Virgin Telco, de la que también fue CEO, la Teleclable asturiana y la R gallega. En aquél año especial, el directivo abogaba por el producto de telecomunicaciones eficiente y flexible cuando decía que «el consumidor no elegía libremente. Hay más de cuatro millones de clientes que cambian de operador al año.

Lo hacen en busca de la calidad que no ofrecen las ‘low cost‘, en busca de los servicios que no todas tienen, en busca de un precio más ajustado porque tras la oferta inicial la factura se ha disparado, en definitiva: en busca de poder elegir lo que quiere y ahorrar en lo que no necesita», en un artículo de opinión publicado en ‘La Información’.

Ya entonces adelantaba que los cambios que se avecinaban eran disruptivos: «Las necesidades de los consumidores han cambiado rápida y drásticamente debido a la crisis de la COVID-19 y muchos de esos cambios han llegado para quedarse, el ejemplo más básico es el teletrabajo», y adelantaba como la pandemia y el trabajo desde casa eran un catalizador y que el futuro los clientes iban «a exigir más y no es ningún secreto». 2Preveíamos que la digitalización de las telecomunicaciones y la implementación de inteligencia artificial iban a ser demandas básicas y la crisis ha acelerado estas peticiones«, dijo.

La operación en 2020 no salió adelante, porque MásMóvil terminó comprando Euskaltel y el directivo dejó de estar al frente de la operadora por una cuantía de 34 millones de euros

Según aseguraba entonces, las telecos no debían pensar que saben lo que el cliente quiere, «sino trabajar para darle la capacidad de elegir y de cambiar de idea, cuándo quiera y cómo quiera: el cliente de telecomunicaciones de hoy sí sabe lo que quiere».

VODAFONE

La operación en 2020 no salió adelante porque MásMóvil terminó comprando Euskaltel y el directivo dejó de estar al frente de la operadora por una cuantía de 34 millones de euros. Pero lejos de jubilarse, ya está de nuevo engrasando su extraordinaria capacidad de gestión, de negociación son sindicatos y de capacidad para hacer crecer y revalorizar empresas para hacer de la nueva Vodafone España o la gran operadora que no debería haber dejado de ser, o la gran empresa con activos valiosos a la que se le puede sacar esa rentabilidad que Zegona pretende para, así, triplicar su extraordinaria inversión.