El Producto Interior Bruto (PIB) de Japón registró una contracción del 0,5% en el tercer trimestre del año respecto de los tres meses anteriores, cuando la economía creció un 1,1%, según los datos publicados por la Oficina del Gabinete del Gobierno japonés, que han quedado muy por debajo de la caída del 0,1% anticipada por el consenso del mercado.
De este modo, Japón vuelve a asomarse al riesgo de recesión técnica, después de haber registrado una expansión del 1,1% en el segundo trimestre y del 0,9% en los primeros tres meses de 2023.
De hecho, en el tercer trimestre Japón registró el peor comportamiento del PIB entre las principales economías mundiales, ya que Estados Unidos creció un 1,2%, mientras Reino Unido se estancó y la zona euro se contrajo un 0,1%. Asimismo, China creció un 1,3% entre julio y septiembre.
En comparación con el tercer trimestre de 2022, la economía nipona creció un 1,2%, frente a la expansión interanual del 1,7% en el segundo trimestre.
En términos trimestrales, entre julio y septiembre el consumo de los hogares retrocedió un 0,1% respecto del trimestre anterior, cuando había bajado un 0,9%, mientras que la inversión privada residencial disminuyó un 0,1%, tras haber aumentado un 1,8% en el segundo trimestre.
En cuanto a la demanda pública, ésta creció dos décimas en el tercer trimestre, tras el aumento del 0,1% entre abril y junio, impulsada por el incremento del 0,3% del consumo del Gobierno, que se había estancado en el segundo trimestre, mientras que la inversión pública bajó un 0,5%, después de aumentar un 0,3% en los tres meses anteriores.
Por el lado de la demanda externa, las exportaciones de bienes y servicios se incrementaron un 0,5%, mientras que las importaciones subieron un 1%.
«El mayor lastre para la actividad provino de la acumulación de existencias, que restó 0,3 puntos porcentuales al crecimiento del PIB el último trimestre», indicó Marcel Thieliant, analista de Capital Economics, añadiendo que «al mismo tiempo se produjo una caída generalizada de la demanda privada», incluyendo modestos descensos del consumo de los hogares y la inversión residencial privada.
«De cara al futuro, esperamos que el gasto en inversión en los principales socios comerciales de Japón crezca a un ritmo lento. Dado que las exportaciones de Japón están dominadas por bienes de capital, eso sugiere que el crecimiento de las exportaciones seguirá siendo moderado», apuntó el experto, añadiendo que la debilidad de los ingresos reales de los hogares sugiere que el crecimiento del consumo seguirá siendo débil.
«En consecuencia, esperamos que el crecimiento del PIB se desacelere del 1,7% este año al 0,5% en 2024», apostilló.