Las auroras boreales son un fascinante juego de luces y colores que la naturaleza nos regala, ocupando un lugar privilegiado, convirtiendo la noche en un lienzo celestial lleno de misterio y asombro. Hasta hace poco, la posibilidad de contemplar este espectáculo parecía reservada a aquellos afortunados que viajaban a latitudes nórdicas.
9Thingvellir, en Islandia
En la capital de Islandia, la majestuosidad de las auroras boreales se despliega incluso sin abandonar la ciudad, y algunos afortunados pueden disfrutar de este espectáculo sin salir de la comodidad de su hotel. No obstante, la experiencia se eleva a nuevas alturas en las afueras, donde la contaminación lumínica disminuye, permitiendo que las luces del norte deslumbren con todo su esplendor.
Una recomendación imperdible es dirigirse al Parque Nacional de Thingvellir y Vatnajökull, el más extenso de Europa, donde las auroras boreales pintan un cautivador telón de fondo para los ríos y glaciares. Así, en este rincón islandés, la naturaleza nos brinda un escenario único para presenciar uno de los fenómenos celestiales más impactantes.
