Durante mucho tiempo, ahorrar era una gran forma de progresar en la vida. Sin embargo, hoy que la inflación afecta de manera directa al valor del dinero y los instrumentos de ahorro ofrecen rendimientos muy pobres, la inversión inmobiliaria es una de las tantas formas de aumentar el capital. Por eso, veamos por qué hay que empezar a invertir.
¿Por qué ahorrar ya no es suficiente?
Al igual que el resto de los países de Europa, la economía española atraviesa un momento difícil. El aumento en el precio de la energía y el combustible se ha disparado, lo que se traslada al resto de la cadena de producción y produce que suban los precios de los productos minoristas. El índice de precios de consumo (IPC) se sitúa en 3,5 % interanual con un aumento del 0,3 % para el mes de octubre.
Si bien se trata de un valor por debajo de lo anticipado (las predicciones del Instituto Nacional de Estadística esperaban un 3,8 %), lo cierto es que la inflación es la principal razón por la que ahorrar ya no es suficiente. No solo porque el ingreso cada vez vale menos frente al aumento de precios, sino porque el rendimiento de los instrumentos de ahorro se diluye rápidamente.
¿Por qué hay que empezar a invertir en vez de ahorrar?
Es por eso que muchas personas eligen invertir, especialmente en el mercado inmobiliario, ya que el precio de la vivienda percibió un aumento de un 3,1 % en el segundo trimestre del año respecto a ese mismo periodo para el 2022. Por eso, es un gran momento para invertir antes de que esta tendencia alcista se profundice a fin de año.
Veamos otras razones por las que empezar a invertir es una gran idea:
1. Protege el dinero contra la inflación
Según la estrategia de inversión elegida, y el tipo de activo, es posible reducir el impacto de la inflación sobre el ingreso, el cual se reduce con el paso del tiempo. Por ejemplo, el mercado inmobiliario permite acceder a activos de largo plazo a un bajo riesgo, lo que constituye un sustituto idóneo para la inversión con un mejor rendimiento económico sobre el capital invertido.
2. Crecimiento del capital
Invertir no solo es un sustituto para el ahorro, sino una opción que puede llegar a ser muy lucrativa. Hay ciertos mercados en los que podemos obtener una ganancia muy por sobre la media: los fondos de inversión, las acciones de empresas que pagan dividendos y los instrumentos de renta fija pueden aportarnos un ingreso que nos alcance para ahorrar y seguir invirtiendo.
3. Garantías de diversificación
El mundo de la inversión en general cuenta con muchas herramientas para hacer crecer el capital de los inversores. Es posible distribuir nuestro dinero entre distintos activos, en distintos mercados, para no atarnos a uno solo. La diversificación nos permite agrupar diferentes formas de rentabilidad para reducir el riesgo de cada activo sobre el total de la inversión.
4. Inversión progresiva (interés compuesto)
Si jugamos bien nuestras cartas, podemos tomar nuestra inversión inicial y las ganancias obtenidas (interés compuesto) para aumentar nuestra capacidad de inversión de manera progresiva. Si tenemos suficiente capital, esta estrategia es infalible siempre y cuando las inversiones resulten exitosas.
5. Versatilidad y alcance
La versatilidad que ofrecen los instrumentos de inversión en sus diferentes versiones permite cubrir distintos frentes. Por ejemplo, invertir en una propiedad nos permite adquirir un bien que se revaloriza, mientras que podemos obtener ingresos pasivos a través del alquiler y, en caso de necesitar liquidez, el bien puede venderse en relativamente poco tiempo.