El Banco de Israel mantiene los tipos de interés y rebaja las previsiones de crecimiento para 2023 y 2024

El Banco de Israel ha anunciado este lunes que mantiene los tipos de interés en el 4,75% por tercera reunión consecutiva, al tiempo que ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento para 2023 y 2024 al 2,3% y el 2,8%, respectivamente, desde la anterior estimación de 3% para ambos años dado el impacto económico de la guerra con Hamás.

Estas proyecciones asumen que el conflicto quedará circunscrito al sur del país y que se plasmarán en los datos del PIB del cuarto trimestre. Según ha avisado el gobernador del banco central, Amir Yaron, una escalada bélica en el norte podría afectar a las cifras arrojadas.

«Cuanto más tiempo y cuanto más partes de la economía se paralicen, mayor será el impacto de la guerra», ha reconocido Yaron. «Evidentemente, una duración más corta o más larga y la extensión de la misma a otras zonas cambiarán estas estimaciones sustancialmente», ha añadido.

El banco anticipa también un alza en el déficit público, que será del 2,3% en 2023 y crecerá hasta el 3,5% en 2024. Así, la ratio de deuda sobre el PIB al cierre del año que viene será del 65%. No obstante, el organismo ha recordado que la economía israelí aún es «fuerte, estable y se asienta en pilares sólidos».

En cuanto a política monetaria, la nota de prensa ha afirmado que la tasa de referencia actual es compatible con «la convergencia de la inflación hacia su objetivo», ya que esta «sigue moderándose» y se situó en el 3,8% en septiembre.

MEDIDAS DE APOYO

La inestabilidad desatada llevó al Banco de Israel a anunciar el 9 de octubre, dos días después del ataque de Hamás, un programa para la venta de hasta 30.000 millones de dólares (28.119 millones de euros) en divisas con el fin de moderar la volatilidad del tipo de cambio del shekel y proporcionar la liquidez necesaria para el funcionamiento adecuado y continuo de los mercados.

Además de este programa, y según sea necesario, el instituto emisor se comprometió a proporcionar liquidez a través de mecanismos de canje (swap) en el mercado por un importe de hasta 15.000 millones de dólares (14.059 millones de euros).