sábado, 14 diciembre 2024

SolarPower Europe coloca a España la ‘medalla de plata’ en creación de empleo solar

Solo Polonia creó más puestos de trabajo que España en la Unión Europea (UE) en el sector de la energía solar en 2022. España generó más de 100.000 trabajadores a tiempo completo el año pasado, aproximadamente 50.000 menos que el país eslavo, pero con una capacidad instalada muy superior: 8,4 gigavatios (GW) en territorio español frente a los 4,5 GW de los polacos.

Los datos proceden del informe EU Solar Jobs Report 2023 (informe de empleos solares en la UE 2023), elaborado por SolarPower Europe, la patronal de la industria fotovoltaica europea. La investigación revela que la masa laboral de este segmento productivo creció un 39% en 2022, hasta llegar a los 648.000 empleados, frente a los 466.000 de 2021.

MÁS INSTALACIÓN SOLAR CON MENOS TRABAJADORES

La explosión del sector, por el que la gobernanza comunitaria apuesta de forma decidida, ha mejorado todavía más las proyecciones de futuro: si bien anteriores estimaciones vaticinaban un millón de empleos en la solar para 2030, tras actualizar los registros la patronal considera «probable» que esa cifra se alcance un lustro antes, en 2025.

Polonia acogió a la mayor parte de los empleados de la industria solar, con 146.851 trabajadores a tiempo completo desarrollando proyectos en el país. Le sigue España con 103.337 y Alemania con 95.653; mientras que Países Bajos (42.553), Grecia (39.174) y Francia (32.184) también representan una parte significativa de la mano de obra fotovoltaica de Europa.

Paradójicamente, dentro del pódium de creadores de empleo, España y Alemania, con muchos menos puestos de trabajo generados, instalaron en 2022 una capacidad energética muy superior a la de Polonia: 8,4 GW y 7,4GW, respectivamente, frente a los 4,5 GW del campeón de los empleadores.

LA CANTIDAD ESTÁ ENCAUZADA; FALTA CUALIFICACIÓN

Los datos indican, asevera el informe, que el auge de la fuerza laboral aumenta en paralelo con el crecimiento del mercado. En consecuencia, la industria advierte que la transición energética debe centrarse tanto en el número de puestos de trabajo necesarios para satisfacer los volúmenes como en la cualificación del personal.

«Considerando la brecha existente en la cualificación necesaria para la industria solar, estamos empezando a satisfacer la cantidad; por lo que ahora necesitamos redoblar nuestros esfuerzos en calidad» -ha declarado la CEO de SolarPower Europe, Walburga Hemetsberger– «Los ciudadanos y las empresas deben sentirse seguros de que su proyecto solar es fabricado, instalado y mantenido por profesionales debidamente capacitados y confiables».

De 2021 a 2022, la fuerza de trabajo fotovoltaica de la UE creció en casi 200.000 personas, en consonancia con la expansión del propio mercado solar. Con 648.000 trabajadores en 2022, la patronal calcula que el sector llegará a 800.000 trabajadores en 2023, y 1,2 millones en 2027 en el escenario más probable de SolarPower Europe para el crecimiento del mercado solar de la UE.

EL ÁREA DE LA INSTALACIÓN SIGUE ACAPARANDO LA MAYORÍA DE LA FUERZA LABORAL EN EL SECTOR SOLAR, CON UN 84% DE EMPLEADOS

Como en años anteriores, el segmento de instalación sigue dominando la proporción de trabajadores dentro de la cadena de valor, empleando al 84% de los trabajadores solares. La gestión y mantenimiento de plantas representa el 8% de los trabajadores, con empleos estratégicos de alto valor en la manufactura que proporcionan más del 7% de los empleos.

Si bien el análisis revela tendencias significativas de crecimiento en la demanda de empleo dentro del sector, sigue habiendo desafíos para comprender exactamente dónde se encuentran las fisuras y asegurarse de que cada trabajador solar tenga el perfil y el nivel adecuado de habilidades para contribuir a la transición energética.

El informe comparte varias recomendaciones políticas para asegurar la fuerza de trabajo solar que Europa necesita: evaluaciones nacionales de las carencias competenciales; el despliegue de campañas de comunicación y educación sobre empleos de ‘cuello verde’; formación especializada para los profesionales que trabajen o aspiren a trabajar en la industria; programas de readiestramiento en torno a las necesidades de la transición energética; utilización de los recursos académicos de la industria para desarrollar contenidos de formación; dar impulso a la cualificación dentro del desarrollo de todas las políticas energéticas; facilitar la libre circulación de trabajadores dentro de la UE mediante el reconocimiento transfronterizo de competencias; e integrar las necesidades del sector en las políticas de inmigración existentes.


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