Con la llegada de la pandemia cambiaron muchas cosas en nuestra vida, una de ellas fue nuestra forma de consumir noticias. Durante el confinamiento, la ansiedad por saber lo que estaba ocurriendo en el mundo dio lugar a un fenómeno que se conoce como doomscrolling, que no es otra cosa que visualizar en nuestros dispositivos noticias negativas de forma compulsiva. En una situación tan inusual podría considerarse una reacción normal.
Todos consultábamos el móvil, los periódicos online y la televisión con mucha ansiedad, aun sabiendo que la información que nos iban a dar no nos iba a resultar tranquilizadora. Esto afectó mucho a nuestra salud mental y muchas personas todavía están sufriendo los síntomas de aquellos meses.
1DOOMSCROLLING: CONSUMO COMPULSIVO DE NOTICIAS
Lo peor es que, más de dos años después, el hábito del doomscrolling se ha asentado en muchas personas, sobre todo en los grupos que utilizan internet y redes sociales de forma habitual. Se ha comprobado que es una costumbre que favorece el desarrollo de síntomas relacionados con la ansiedad y la depresión, porque se trata de un bombardeo constante de noticias malas que terminan afectando nuestro estado de ánimo.
Primero fue la pandemia, luego la guerra, las catástrofes climáticas, los enfrentamientos políticos o los numerosos sucesos extremadamente dramáticos que ocurren a nuestro alrededor. La empatía nos hace experimentar una intensa tristeza y frustración, que sostenida en el tiempo puede desembocar en serios trastornos mentales, desde apatía hasta paranoia y por supuesto una grave depresión.