Las relaciones tóxicas son aquellas en las que ambas partes, por diversas razones, se hacen daño mutuamente. Estas relaciones pueden manifestarse en diversos ámbitos, como la pareja, la amistad, el trabajo e incluso la familia. Los signos de una relación tóxica suelen ser sutiles y subjetivos, y esto hace que sea más difícil que las personas involucradas se den cuenta y puedan alejarse antes de que sea demasiado tarde.
Un indicador que nos debe poner en alerta es cuando se empieza a experimentar un malestar general e inexplicable, cambios en el comportamiento (como volverse más retraído o distante), o sentirse confundido sin poder identificar la causa de ese malestar. En estos momentos, es fundamental cuestionarse y reflexionar sobre lo que está ocurriendo en la relación. Sin embargo, reconocer y enfrentar una relación tóxica no es una tarea sencilla, ya que a menudo la sociedad no fomenta la atención a nuestras emociones y experiencias internas. Es importante que las personas se den cuenta de que merecen relaciones saludables y que no están solas en su experiencia.
2MENOSPRECIO

El menosprecio y la denigración son dos características comunes en relaciones tóxicas. En estas relaciones, una persona tiende a menospreciar y denigrar de manera constante a la otra, ya sea una pareja, un amigo o incluso un miembro de la familia. El menosprecio puede manifestarse de diversas formas, como a través del uso del humor o las bromas, emitiendo juicios negativos sobre las cualidades, habilidades o personalidad de la otra persona, o incluso mediante burlas explícitas que insinúan que todo lo que la otra persona dice o piensa es tonto o sin valor.
También puede llevarse a cabo a través de críticas sutiles pero intensas. Estar en una relación con alguien que denigra de esta manera puede tener un efecto devastador en la autoestima y la percepción de uno mismo.