La demanda de viajes aéreos en agosto recuperó el 95,7% del nivel pre pandemia y aumentó un 28,4% con respecto al mismo mes de 2022, según datos hechos públicos este viernes por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
El transporte aéreo nacional de viajeros aumentó el pasado mes de agosto un 9,2% respecto a las cifras de 2019, mientras que en el mercado internacional se alcanzó el 88,5% de los niveles prepandemia, con un aumento en comparación con el octavo mes de 2022 del 25,4% en rutas internas y del 30,4% en las rutas internacionales.
Con estos datos, el director general de IATA, Willie Walsh, ha celebrado que «la demanda de viajes aéreos tuvo un buen desempeño en agosto». «Los datos de venta de billetes muestran un fortalecimiento de las reservas internacionales para viajar en la última parte del año», ha destacado.
Por zonas, el tráfico internacional de las aerolíneas de Asia-Pacífico fue el que más aumentó, con un 98,5% más en comparación con agosto de 2022. La capacidad creció un 85,5% y el factor de ocupación subió 5,5 puntos porcentuales, hasta el 84,2%.
Por parte de los operadores europeos, su tráfico internacional creció un 13,6% respecto al año pasado, mientras que la capacidad aumentó un 12,3% y el factor de ocupación subió hasta el 86,8%.
Las aerolíneas de Oriente Medio registraron un aumento de demanda del 27,3% este mes de agosto, mientras que las aerolíneas norteamericanas y latinoamericanas crecieron un 18,6% y un 26,5%, respectivamente.
En África, el tráfico de las aerolíneas fue un 26,1% superior en agosto, el tercero más alto entre las regiones.
LA CARGA AÉREA CRECIÓ POR PRIMERA VEZ TRAS 19 MESES
Por otro lado la demanda de carga aérea creció un 1,5% en agosto en comparación con el mismo periodo de 2022, que se trata del primer aumento interanual en 19 meses, mientras que la capacidad, medida en toneladas-kilómetro de carga disponibles creció un 12,2%.
El director general de IATA ha señalado que, de cara al futuro, aunque sigue habiendo muchas incertidumbres, aunque se puede ser optimistas si los datos del índice de gestores de compras (PMI) se mueven hacia cifras positivas.
«Esto es especialmente significativo ahora que nos acercamos a la tradicional temporada alta de fin de año del transporte aéreo de mercancías», ha añadido.
Tanto el barril Brent europeo como el WTI estadounidense orillan los 100 dólares y las proyecciones los mantienen en esa zona, al menos, hasta fin de año. El petróleo vuelve a ensombrecer los mercados, activando la cadena de eventos tantas veces padecida: la ficha del crudo derriba a la de los combustibles, ésta la de la producción y los transportes y, finalmente, la del consumo. La lluvia de cifras y porcentajes que deja septiembre confluye en una sola conclusión: hay pocos ganadores y muchos perdedores, especialmente los consumidores y las líneas aéreas que no hayan ‘hecho los deberes’ en la provisión de carburante. Iberia, del Grupo IAG, es de las que se ha pertrechado para los tiempos de turbulencias.
IAG, el ‘holding’ que engloba a marcas aéreas tan relevantes como engloba a Iberia, British Airways, Vueling y Air Lingus, perdió 654 millones de euros durante el primer semestre del año pasado; un 2022 marcado por la invasión rusa a Ucrania a fines de febrero, que desató un salvaje incremento de los precios energéticos.
Durante los primeros meses del presente ejercicio, sin embargo, la debacle se transmutó en bonanza: El conglomerado ha registrado un beneficio neto de 921 millones de euros de enero a junio, en brutal contraste con los ‘números rojos’ del mismo período del año pasado. Hay muchos factores implicados, pero uno sobresale: entre enero y junio de este año, la cotización del crudo Brent, de referencia en Europa, cayó un 26%, hasta situarse en los 70 dólares por barril. Para un sector tan dependiente de los combustibles como el transporte aéreo, esa coyuntura era un balón de oxígeno.