‘La promesa’, ‘La hora de La 1’ o ‘Masterchef Celebrity’ están posibilitando que La 1 de TVE arranque la temporada televisiva en segunda posición al superar de forma cómoda el 10% de share y anotar una subida interanual que ronda los 2 puntos.
Por contra, Telecinco podría dejarse alrededor de 2,5 puntos respecto a los números de septiembre de 2022 y no alcanza los dos dígitos de la mano de sus principales bazas: ‘TardeAR’ se ha estrenado como tercera opción, ‘Cuentos chinos’ podría ser retirado al rozar el 7% de share y ‘Gran Hermano VIP’ no se acerca a los números de antaño.
Ajena a la batalla protagonizada por la pública y Mediaset aparece Antena 3, que finalizará septiembre con una media que podría acercarse al 13% de share gracias a éxitos como ‘El hormiguero 3.0’, ‘Pasapalabra’, ‘La ruleta de la suerte’, ‘Cocina abierta con Karlos Arguiñano’, las diversas ediciones de ‘Antena 3 Noticias’ y la telenovela turca ‘Hermanos’, que lidera en el prime time de lunes y martes.
SONRISAS Y LÁGRIMAS EN TVE
La pública lidera en el desayuno con ‘La hora de La 1’, intenta sacar la cabeza con ‘Mañaneros’, reina en sobremesa con ‘La promesa’, se muestra competitiva con ‘El cazador’, ‘Aquí la tierra’, ‘4 estrellas’ y los ‘Telediarios’ y despunta los jueves con ‘Masterchef Celebrity’.
Esperaba más TVE de ‘El Conquistador’, ambiciosísimo formato atascado en un 10% de share en las noches de los lunes
Esperaba más TVE de ‘El Conquistador’, ambiciosísimo formato atascado en un 10% de share en las noches de los lunes. El reality aventurero sigue a años luz de los números que marcaba en ETB, donde rondaba el 25% de share, y ha visto como su debate semanal ha sido relegado a la medianoche de los lunes tras su fracaso en el prime time de los miércoles, tras marcar un gris 4,7% esta semana.
PREOCUPACIÓN EN MEDIASET
‘Cuentos chinos’ suponía el retorno de Telecinco a la batalla por el access prime time, pero ‘El hormiguero 3.0’ está doblando de forma plácida al show liderado por Jorge Javier Vázquez, que reconoce que «las audiencias del programa son, siendo benévolos, manifiestamente mejorables. Personalmente, tampoco están respondiendo a mis expectativas. Esperaba mejores cifras».
«Para empezar, es importante aceptar la situación. No intentar adornarla ni agarrarse a excusas peregrinas. A mí me sirve aislarme: evitar leer noticias sobre el programa y entrar en redes. No beneficia», explica.
El ex de ‘Sálvame’, jORGE jAVIER VÁZQUEZ asegura que no es la primera vez que torea un mal inicio de temporada
El ex de ‘Sálvame’ asegura que no es la primera vez que torea un mal inicio de temporada: «Ya he vivido inicios de programas complicados. No me muevo en terreno desconocido. La diferencia que veo con respecto al pasado es que la audiencia está más profesionalizada. Sabe mucho de televisión y cada vez le cuesta más seguir dando oportunidades porque tiene multitud de ofertas a las que acudir si una no le convence. Y el secreto del éxito de la televisión, como el de tantos negocios, es el tiempo. La paciencia. Dejar que los productos reposen y vayan adquiriendo consistencia. Esencia. Y, en el mejor de los casos, alma».
OTRAS DESPEDIDAS
«También es verdad que se aceptan más los adioses a los cincuenta y tres años que cuando uno está empezando una carrera. En cualquier caso, ayuda tener presente que tu profesión no es operar a corazón abierto y que no existe el riesgo de que se pierda alguna vida. Un apunte: siendo el número uno durante muchos años he vivido momentos de profunda infelicidad. Es decir, que ni una audiencia regulera te hunde en el abismo ni lo que conocemos como éxito te da felicidad», añade.
El presentador explica que «en ‘Cuentos chinos’ estamos en ese momento en el que todo son dudas. Ha vuelto la angustia de las ocho de la mañana, hora en la que salen los datos de audiencia. Yo estoy yendo a trabajar con la misma ilusión con la que mi madre echa la Bonoloto. Esperando mejorar un poquito día tras día. Suspirando por una décima más. Luchando por sacar la cabeza y sobrevivir. Así es este negocio. De poco sirve lo que hayas hecho o sido antes. Solo sirve el presente. Aquí no se vive de rentas».
Y remata: «Hay gente que se acerca a mí con aprensión, con reparo, con esa vergüenza con la que acompañamos al sentimiento en un pésame. Y a mí me dan ganas de decirles que se tranquilicen, que mi trabajo es así. Que no hemos hecho nada más que comenzar el camino. Entonces me veo yo animando al otro y pienso que vivo en un mundo de locos y que bastante bien estoy yo con lo que tengo encima».