La llorada muerte del eterno Pepe Domingo Castaño a los 80 años de edad ha colocado a la radio española de luto por el torrente de simpatías que el locutor gallego despertaba en todos los ámbitos de la sociedad española.
El animador de ‘Tiempo de juego’, según Juanma Castaño, estaba «en un momento vital que le encantaba, con más horas para él mismo, para su familia y para sus amigos, organizando permanentemente comidas, cenas, viajes, celebraciones… Un abuelo orgulloso y feliz, un padre más cercano a sus hijos que nunca y un marido con Tere tan cómplice y tan de verdad como en los últimos años».
Carlos Herrera también se ha sumado al recuerdo: «Si había algo que no le pega a Pepe, es la muerte. Le pegaba la vida, cualquier cosa. Yo me he acordado de mil y una situaciones de cuando coincidí con Pepe. En el año 1985, yo era un chaval recién llegado a la radio. Él era una estrella. Hacía un programa con Joaquín Prat e Iñaki Gabilondo. Eso fue lo que hizo posible el acercarme a la figura del ser humano».
Manolo Lama opina que el locutor «revolucionó la radio, su forma de hacer radio era revolucionaria, no te exagero que podía haber más de 100 cuñas, microespacios, y todo lo adornaba de tal manera que estabas oyendo una hora y media de ese programa, hacía cosas diferentes y sabía combinar la información con la publicidad».
El presidente de Ábside Media, José Luis Restán, ha reconocido que deja un enorme hueco en el area comercial: «Ya veremos cómo llenamos su espacio, que para eso somos gente de radio y para eso arrimaremos el hombro, y buscaremos soluciones, pero nos vamos a acordar de Pepe Domingo Castaño siempre».
En el campo publicitario ‘Tiempo de juego’ desarrollará el proceso transicional iniciado hace años que implica que Gema Santos o Andrea Peláez se consoliden en el campo de las menciones publicitarias.
SU DOLOROSO ADIÓS A LA CADENA SER
Subrayaba Pepe Domingo Castaño en el libro ‘Hasta que se me acaben las palabras’ el contraste que le producía su tristeza de la noche del 11 de julio de 2010 y la de la felicidad de los madrileños con los que se cruzaba en Gran Vía.
El mítico comunicador, deambulando por la arteria más célebre de la Villa y Corte, sabía que cerraba esa noche, la del gol de Andrés Iniesta contra Holanda en el Mundial de Sudáfrica que ganó ‘la Roja’, más de cuatro décadas de relación profesional con la Cadena SER. Y lo hacía por fidelidad hacia el periodista con el que se reenamoró de la profesión: Paco González.
Menos de tres meses antes de aquella noche, Paco González negocia con Daniel Anido la cobertura que va a realizar la SER del Mundial. El directivo le impone realizar la primera fase del evento desde Madrid, en vez de viajar hacia Sudáfrica. ¿El motivo? La crisis de 2008 había afectado a la sociedad en general, y a los medios de comunicación muy en particular.
González, que había tenido que rebajarse el sueldo cuando le intentaron recortar la plantilla del ‘Carrusel deportivo’ y se había dolido por la sanción de un mes de empleo y sueldo a su compañero y amigo Jorge Hevia (que insultó a un exanunciante mientras alardeaba de beber alcohol en una cobertura de la Superbowl), le dice que los programas los iba a hacer su «prima la coja».
En realidad, el equipo de ‘Carrusel deportivo’ llevaba tiempo arrastrando rencillas hacia la cúpula de Gran Vía 32 por el confort que le proporcionaban a la millonaria estrella José Ramón de la Morena, que había adoptado todos los vicios que años atrás criticó a José María García (mesianismo o divismo).
El divorcio entre ‘Carrusel deportivo’ y ‘El Larguero’ explican por qué 50 de los 70 miembros de la redacción de Deportes de la SER se marcharon a la COPE mientras De la Morena miraba para otro lado y decía en una charla universitaria que sus ya excompañeros eran unos «peseteros». Pepe Domingo le contestó en antena: «El mentiroso tiene dos penas, que ni cree, ni es creído. Tendría que taparle la boca a alguien que no cesa de rompernos el alma, pero no voy a hacerlo. Tendría que revolver en mis recuerdos y recuperar historias extrañas de otros tiempos, pero no voy a hacerlo».
El de Brunete años después recorrió un camino similar hacia Onda Cero, que a diferencia de la COPE nunca amortizó la millonaria inversión, y Pepe Domingo Castaño estuvo años sin hablarle hasta que Juanma Castaño hizo de ‘Celestino’ para templar gaitas antes de que se le acabasen las palabras.