miércoles, 29 mayo 2024

El BCE se encamina a una subida táctica de los tipos de interés

Un incremento táctico de los tipos de interés para calmar a los ‘halcones’, los partidarios de política dura que anidan en el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE). Es la última apuesta entre los analistas de cara a la cita del día 14, un día en el que, sobre el papel, el BCE llevará cabo un nuevo incremento de los tipos de interés.

PRINCIPAL RAZÓN Y TIPOS DEL BCE

“La principal razón por la que seguimos considerando ligeramente más probable una subida de 25 puntos básicos que el mantenimiento del statu quo es de carácter táctico. Aunque el mantenimiento de los tipos de interés oficiales sin cambios en septiembre podría presentarse como un mero ‘salto’, con un sesgo restrictivo mantenido, que ofreciera al banco central la posibilidad de reaccionar más adelante si la presión inflacionista fuera demasiado tenaz en los próximos meses, en realidad los halcones probablemente piensen que no actuar este mes mermaría seriamente las posibilidades de una nueva subida”. Esta es la reflexión que hace el economista jefe de AXA Investment Managers (AXA IM), Guilles Möec.

Si el BCE no sube los tipos, es probable que el mercado lo interprete como una señal inequívoca de que el bce ha «terminado», SEGÚN AXA IM

“El resultado de la reunión del Consejo de Gobierno del BCE de este jueves es inusualmente incierto. Las palomas tienen más fuerza que nunca en lo que va de ciclo, con signos tangibles de que el endurecimiento del BCE se está abriendo paso en la economía y de que la paciencia debería estar justificada, ya que la debilidad de la economía real debería filtrarse gradualmente al comportamiento de los márgenes de las empresas y frenar el crecimiento de los salarios. Esperaríamos que esto se reflejara en la nueva serie de previsiones, con un menor crecimiento que pesaría sobre la inflación subyacente, que vemos en el 2,2% en 2025 (desde el 2,3% de la serie de junio). Con todo, nos sorprendería que el BCE revisara sus previsiones de inflación en 2024 y 2025 lo suficiente como para ser plenamente coherente con su objetivo, que, según dijo, debería alcanzarse «en el momento oportuno».

BCE

“Además, si el Banco Central Europeo quiere centrarse en la coherencia de su propio mensaje -que hasta ahora se ha interesado más por el comportamiento observado de los costes que por el sondeo prospectivo-, hay pocos motivos para hacer una pausa: la mejora de 0,2 puntos porcentuales de la inflación subyacente en agosto difícilmente puede considerarse un punto de inflexión (se mantuvo al mismo ritmo en mayo), y los costes laborales unitarios han vuelto a acelerarse en el segundo trimestre. El reciente ligero repunte de las expectativas de inflación de los consumidores y del mercado daría al BCE una fácil justificación para «una última subida», señala.

LA SEÑAL DEL BCE

«Si el BCE no sube los tipos, es probable que el mercado lo interprete como una señal inequívoca de que el banco central ha ‘terminado’ lo que no creemos que satisfaga al Consejo de Gobierno, aunque también sería nuestra conclusión. Aunque sólo fuera para ganarse a los halcones, habría que mantener una ‘amenaza de endurecimiento’ significativa. «Mantener la actual ‘forward guidance’ podría resultar difícil. De hecho, el mercado consideraría que los tipos ya son «suficientemente restrictivos» desde que el BCE decidió no subirlos esta vez. Lógicamente, sería necesario un nuevo aumento de la presión inflacionista para justificar una nueva subida. En ese caso, cabría esperar que el BCE cambiara su mensaje por otro del tipo «los tipos de interés se mantendrán en los niveles actuales o superiores» durante el tiempo suficiente para que la inflación vuelva a situarse en el objetivo. Si el BCE sube los tipos, será más fácil mantener la formulación actual”, apunta, Guilles Möec.

LO QUE DICE BANK OF AMERICA

Por su parte, desde Bank of America apuntan que «habrá suficiente apoyo para este alza de tipos teniendo en cuenta unas perspectivas de crecimiento más débiles (pero sin recesión), una inflación casi (o totalmente) convergente con el objetivo al final del periodo de previsión, pero una inflación más fuerte a corto plazo, pequeños repuntes de las expectativas de inflación y de los costes laborales unitarios y la ausencia de indicios claros de un máximo en la inflación subyacente». «Esperamos muy poca orientación para las próximas reuniones, pero la tendencia será a hacer más o a hacer una pausa, y desde luego a no recortar. Mientras tanto, no esperamos noticias sobre el balance, y es demasiado pronto para cambios adicionales sobre la liquidez (dado el debate en las cuentas de la reunión de julio y el resultado pendiente de la revisión del marco) o PEPP/APP (que probablemente requiere cierta certeza sobre la última subida que ha quedado atrás”, indica el economista jefe de Bank of America para Europa, Rubén Segura-Cayuela.

desde Bank of America apuntan que «habrá suficiente apoyo para este alza de tipos teniendo en cuenta unas perspectivas de crecimiento más débiles

“Aunque nuestra convicción sobre la subida de septiembre no es completamente firme, sí lo es que, salvo grandes sorpresas, si no suben en septiembre, la de julio sería la última subida de este ciclo. Si los datos no son lo suficientemente sólidos como para justificar una subida la próxima semana, es poco probable que justifiquen una subida más adelante, cuando la actividad seguirá siendo débil y la inflación se habrá debilitado aún más. Seguimos esperando el primer recorte en junio de 2024 como pronto, y sólo un recorte por trimestre a lo largo de 2024 y 2025”, dice Segura.

Agrega que “si estamos en lo cierto y la inflación es inferior a la prevista en el cuarto trimestre, el BCE necesitará realizar orientaciones sobre el calendario del primer recorte para evitar que el mercado valore los recortes tempranos y rápidos”. “Creemos que la próxima semana es demasiado pronto para ello y esperamos que sea más adelante en el año. Por otra parte, si para la publicación de septiembre nuestra visión de una desinflación más rápida no se hace evidente en los datos, es probable que retrasemos nuestra previsión del primer recorte, potencialmente al menos un par de reuniones””,  señala el economista jefe de Bank of America para Europa, Rubén Segura-Cayuela.

LA CERTEZA Y LAS DUDAS

Desde XTB el analista Darío García señala que «en este contexto, no parece que, a pesar de depender de las publicaciones macro, los bancos centrales vayan a apostar por una nueva alza de tipos de interés». Esta es una de las posiciones que han expuesto desde el ámbito de los analistas. «En el caso del BCE, siguen existiendo dudas, pues sólo el 53% descuenta que no habrá subida de tipos, dejando la tasa en el 3,75%. Aunque es mayoría, el porcentaje no refleja una certeza y todavía podría haber sorpresas por parte de Christine Lagarde».

Podría haber sorpresas por parte de Christine Lagarde

Por su parte, el responsable de tipos de interés en La Française, Fabien De La Gastine, destaca que “los índices PMI, indicadores clave de la salud económica, muestran en agosto una ralentización del crecimiento tanto en Europa como en Estados Unidos. La situación es especialmente preocupante en la eurozona, donde el sector industrial se contrae aún más y el efecto de la reapertura postpandemia en los servicios se diluye. Esta situación debería incitar al Banco Central Europeo (BCE) a reevaluar los riesgos y podría conducir a una interrupción de las subidas de los tipos de interés, al menos temporalmente”. “Esto se traduce en incertidumbre en el mercado sobre la posibilidad de una última subida de tipos de 25 puntos básicos por parte del BCE antes de finales de año”, señala.


- Publicidad -