Original y muy sano: prepara un flan de limón en un santiamén

Sabemos que es lo que más te apetece en este preciso instante: ¡un flan de limón! Imagina esta delicia, con la textura fresca de este postre, y el toque cítrico de la fruta como magnífico contraste. Puedes soñar con encontrarlo en tu pastelería favorita o en un restaurante, ¿pero hay algo mejor que hacerlo en casa? Te ofrecemos la receta perfecta del flan de limón, para que prepares en un instante este postre tan rico y sano. UN POSTRE UNIVERSAL E IRRESISTIBLE ¿Conoces la deliciosa historia del flan? Este postre tiene sus raíces en la antigua Roma, donde los maestros pasteleros se deleitaban en mezclar huevos con leche y endulzantes, creando lo que ahora conocemos como flan y en otras partes del mundo es pudin. Pero fue en el siglo XVI cuando este manjar empezó a tomar su forma característica en España, ganando popularidad en los monasterios y hogares nobles. Nosotros le dimos un toque personal al incorporar caramelo líquido, en forma de cálido abrazo dulce. Con el tiempo el flan viajó por el mundo y se adaptó a cada cultura, convirtiéndose en un favorito en América Latina y más allá. Su textura suave, sabor aterciopelado y la irresistible combinación de sabores lo catapultaron a la fama; y hoy día es un postre que trasciende fronteras, apareciendo en mesas de celebraciones y restaurantes de todo el mundo. Cada cucharada evoca nostalgia y satisfacción, recordándonos cómo un sencillo pero ingenioso postre de la antigüedad ha perdurado a lo largo del tiempo y sigue siendo una delicia que une a las personas con su sabor reconfortante. ¡Y más si se trata de un flan de limón! INGREDIENTES PARA EL FLAN DE LIMÓN Un limón. 3 huevos medianos. 60 g de azúcar. 250 ml de leche entera. Observarás que esta receta prescinde del tradicional caramelo líquido, ¡y tiene una explicación! De esa forma conseguimos que el sabor cítrico del limón no quede enmascarado; pero si eres un fanático, siempre lo puedes añadir al molde. De igual modo, el flan de limón quedará igual de rico si usas leche vegetal en lugar de la habitual. Encontrarás todo lo necesario en tu supermercado de confianza. PRIMER PASO PARA ESTA RECETA Antes de nada, pon a calentar el horno a 165 ºC, con calor por ambos lados. Mientras tanto lava bien el limón, eliminando cualquier impureza superficial que pueda afectar el sabor puro y fresco del cítrico; luego rállale la cobertura, pero sin la parte blanca que le da el amargor, para así obtener la esencia aromática. Por último, exprime el jugo de la fruta en otro recipiente, que usaremos para añadir la nota cítrica al flan de limón, y reserva todos los ingredientes. COMBINA LOS INGREDIENTES Para este paso del flan de limón vas a necesitar un vaso de batidora grande y bien hondo. Echa dentro el contenido de los tres huevos medianos, junto con 60 gramos de azúcar y 250 ml de leche entera. El toque final lo pone el zumo de limón que antes has exprimido, añadiendo también dos cucharaditas de la ralladura. Después de batirlo todo a conciencia y conseguir una mezcla homogénea, ya puedes verterla en los moldes de flan. HORNEA LOS FLANES El paso final en esta recta de flan de limón es colocar los moldes en un recipiente, que debes llenar con agua caliente hasta la mitad de cada molde. Tápalo todo con papel de horno y mételo en el horno, para que se hagan al baño María: hornéalos a 165 ºC con calor por arriba y abajo, durante una hora. Para comprobar que están en su punto, cuando hayan pasado 50 minutos puedes pinchar un flan con palillo, y si sale limpio es que están listos. ¡Pero aún no se pueden comer! Destápalos y déjalos toda la noche en el frigorífico. DESMOLDAR Y SERVIR ¡Tu flan de limón ya está listo! Pasada la noche de reposo, ha llegado la hora de sacar los flanes del molde, pero debes tener cuidado. Pasa un cuchillo alrededor de cada flan, para de esa forma despegarlo del molde sin que se haga pedazos. Tienes que ir de uno en uno, luego gira el molde sobre un plato y el flan de limón caerá en perfectas condiciones. Decóralo si quieres con una rodajita de limón, y a disfrutar: vas a apreciar su textura cremosa y fresquita, remarcada por el toque cítrico. ¡Ojo, que te van a dar ganas de comerte toda la bandeja de flanes! DALE UN TOQUE ADICIONAL A TU FLAN DE LIMÓN El flan de limón, delicioso por sí mismo, puede ser acompañado con un clásico como la nata montada, suavizando su textura; mientras que frutas frescas como fresas o frambuesas agregan un contraste vibrante. ¡Y no nos olvidemos del caramelo líquido, una elección tradicional para darle más dulzor! En cuanto al mejor momento del día, ahí tienes donde elegir: como postre en la comida principal, una excelente merienda o si quieres darte un capricho a la hora de cenar. OTROS FLANES IRRESISTIBLES Además del flan de limón existen otras muchas variantes, ¿te atreves con ellas? El clásico flan de huevo, con su suavidad indulgente, es un deleite atemporal que además resulta muy fácil de preparar. Si buscas un giro audaz, el flan de café despierta los sentidos con su sabor profundo y aromático. Y para los amantes del queso, el flan de ricota ofrece una combinación única de cremosidad y carácter lácteo.

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