Ucrania ha descubierto un nuevo yacimiento de gas con reservas de hasta 1.000 millones de metros cúbicos del hidrocarburo. El hallazgo, anunciado el martes 29 de agosto por la empresa gasística estatal Naftogaz, ha sido realizado en una ubicación no especificada tras una prospección de la compañía UkrGazVydobuvannya, filial de Naftogaz.
En un comunicado, Naftogaz especifica que su firma subsidiaria completó en agosto la exploración del pozo, de una profundidad de casi 4.000 metros. Antes de la perforación, los expertos realizaron un estudio sísmico en 3D.
“Este no es el primer descubrimiento de nuevos yacimientos de hidrocarburos este año” -comentó Oleg Tolmachev, director general interino de la filial- “Al aumentar las reservas, estamos creando las bases para el crecimiento sostenible de la producción nacional de gas». Tolmachev agregó que Ukrgasvydobuvannya continuará los esfuerzos de exploración geológica en este nuevo enclave, además de que planea perforar nuevos pozos.
En su comunicado, Naftogaz recuerda que puso recientemente en marcha sendos pozos de gas natural que permiten extraer más de 430.000 metros cúbicos de gas natural al día.
Independencia energética, igual a ventaja bélica
En el marco del conflicto militar que el país mantiene con Rusia, los recursos energéticos juegan un papel tan importante, o más, que el de los ejércitos. Desde que comenzó el divorcio entre Kiev y Moscú tras el Euromaidan de 2014, Ucrania ha buscado eliminar, o al menos disminuir, su dependencia respecto a los hidrocarburos procedentes de Rusia.
En mayo del pasado año, Lorenzo Ramírez publicaba en este medio una información sobre el plan de Naftogaz para garantizar el abastecimiento de gas en Ucrania mediante la compra masiva de gas natural licuado (GNL) y su almacenamiento en España, convirtiendo a nuestro país en un vector de la estrategia logística de Kiev.
La UE ha hecho también grandes esfuerzos para encontrar nuevos proveedores de hidrocarburos que aligeren el peso ruso en las cuentas energéticas de la Unión. Según datos del Consejo de la UE, durante los primeros 11 meses de 2022 la cuota rusa en las importaciones totales de gas de la UE consiguió reducirse a una cuarta parte, frente al casi 50% de 2019. Otra cuarta parte procedía de Noruega, y el 11,6%, de Argelia, mientras que las importaciones de GNL no ruso, procedentes en su mayor parte de EEUU, Qatar y Nigeria, fueron del 25,7%.