Los alimentos más lujosos del verano

Los alimentos han tomado el relevo de la energía como la gran preocupación cada vez que las familias echan cuentas. Estamos hablando de productos de primera necesidad como el pan y la leche, por ejemplo, que tienen precios disparados y que muchas familias tienen que intentar pasar el mes sin estos alimentos. En un momento raro de mucha incertidumbre se está creando un nuevo perfil de consumidor. Un consumidor que está interesado en realizar compras de manera más consciente, que valora la calidad al mejor precio, que compara entre todos los supermercados y que compra solo lo que de verdad necesita.

El Índice de Precios de Consumo aumentó un 0,6% en junio en relación al mes anterior y recortó 1,3% puntos su tasa interanual, hasta el 1,9%, su menor nivel desde marzo de 2021 debido a la moderación de los precios, especialmente de los alimentos y bebidas no alcohólicas. Con el retroceso de junio, la inflación encadena dos meses consecutivos de caídas después de que en mayo se moderara nueve décimas, hasta el 3,2%, según los datos que se publicaron por el Instituto Nacional de Estadística.

ALIMENTOS QUE ENCARECEN Y VACÍAN LOS BOLSILLOS DE LOS ESPAÑOLES

En tasa interanual de junio de 2023 respecto sobre el mismo mes en 2022, los alimentos que más han notado la subida de precio han sido el azúcar con un 44,9%, la leche con un 19,7%, las patatas con un 19,3%, un 15,7% en la carne, un 15,44% en aceites y grasas, y los cereales con un 13,4%.

Bien es cierto que ha habido un freno en la inflación y esto se nota especialmente en los productos lácteos como la leche o yogures, en el pan, el arroz o el pescado fresco que, aunque se han encarecido hasta un 25% en el último año, van dejando señales de una moderación en la subida del coste de estos tres últimos meses. Alimentos básicos que en estos últimos meses muchos consumidores evitaban comprar por el precio tan elevado.

Los beneficios del aceite de oliva para el cuidado de la piel Merca2.es

Uno de los alimentos que se ha convertido en ‘oro líquido’ para los españoles es el aceite de oliva. Un producto esencial y necesario en todos los hogares para cocinar. El aceite de oliva es un 24,7% más caro que hace 1 año y en los supermercados te puede costar de media unos seis euros. Su precio en origen se ha triplicado desde 2022, como bien indica Infaoliva, y a esto hay que sumarle los costes de envasado y distribución, lo que encarece su valor con respecto al consumidor final.

Las patatas han ido subiendo con la inflación hasta unos precios extremadamente altos y que creaban una duda existencial entre los consumidores por comprar o no este producto a un precio tan elevado. Las patatas han subido un 21% y en el último mes ha aumentado su precio en un 4,7%.

MENOS FRUTA Y MÁS CARA

El verano es la época donde más fruta se consume y más variedad hay por las fechas de cosecha y de temporada. Como bien explica ASAJA (Jóvenes Agricultores de Alicante), la falta de una gestión hídrica estable por parte de las Administraciones ha llevado a que muchos agricultores abandonen la cosecha por miedo a no disponer del recurso más necesario, y las pocas sandías que si se han plantado se han perdido por la alteración de la floración debido también al extremo calor que se sufrió en abril y las fuertes lluvias que transcurrieron en mayo.

Los dueños de los pequeños comercios se están dando cuenta, y es que, es el segundo verano consecutivo en qué frutas como el melón y la sandía escasean en los mercados, cuando más demanda de esto tipo de fruta hay. Unos alimentos escasos por el resultado de una meteorología extrema protagonizada por sequías, elevadas temperaturas y las tormentas de granizo provocados por el cambio climático.

En algunas zonas afectó al 75% de la producción total que actualmente debería estar a la venta en los mercados. Los melones y sandías salen ahora a cuentagotas. Como bien nos cuenta el dueño de una frutería de un pueblo de Alicante «Tengo clientes que no les importa pagar 6 euros por un ‘melón de abuelo’, el problema es que no hay y son clientes que no se van a llevar otro tipo de melón que tenga otra calidad».

El dueño de la frutería cuenta que puede estar perfectamente dos semanas e incluso tres sin la fruta que más se vende en verano, la sandía y el melón. La fruta está siendo más cara y de peor calidad. Antes el precio del melón era de 2,98 euros y ahora de 4,50 euros. Y la sandía alrededor de los 3,50 euros.