“Parece una poción de Harry Potter”. Con estas palabras reaccionaban varios usuarios de Twitter a un vídeo que se viralizó rápidamente en la red social el pasado 2 de agosto. Un producto de Lidl es el responsable de causar esta sensación.
Se trata de una bebida que a muchos les ha recordado el fantástico mundo creado por la escritora J.K. Rowling. Y no, no se trata de la conocidísima ‘cerveza de mantequilla’ que el joven mago tomaba junto a sus amigos, sino de un cóctel de vino espumoso que cuenta con una presentación espectacular, ya que al agitarlo se crea un efecto luminoso que recuerda a un cielo estrellado.
2Cómo maridar con éxito un vino espumoso

Un buen maridaje consiste en combinar alimentos y bebidas de manera que se consiga un impecable equilibrio entre los sabores. El maridaje puede tener dos formas: por complementación (los sabores de alimentos y bebida se acompañan perfectamente); y por contraste (el sabor de los alimentos potencia los matices del vino).
Por lo general, el consumo de vinos espumosos suele asociarse con las celebraciones y ocasiones más especiales o como ‘broche de oro’ de una gran comida o cena. Pero esto no tiene que ser una regla escrita, ya que los espumosos acompañan de manera ideal, como el resto de los vinos, a cualquier tipo de alimentos.
Esta cualidad les hace perfectos para disfrutarse en cualquier momento, siendo una opción ideal para el consumo frecuente, ya que maridan con toda clase de carnes, pescados, mariscos, quesos, carnes blancas y de ave. El hecho de ser vinos ligeros y secos les otorga una gran versatilidad, logrando una sintonía ideal en casi todos los casos que hace de ellos una bebida ‘comodín’.
Los espumosos cuentan además con un equilibrado grado de acidez, un gran frescor, y un equilibrio perfecto de sequedad y burbujas que enriquecen cualquier plato. Contrariamente a lo que se suele creer normalmente, estos vinos acompañan muy bien a comidas más grasas (como por ejemplo el jamón ibérico), ya que el tipo de gas que contienen realza los sabores sin aportar gas.
Esto se debe a que a que sus burbujas se producen de forma natural (es decir, en una segunda fermentación en botella), sin añadir el gas carbónico artificialmente. El resultado de este proceso es una burbuja suave, pequeña, y uniforme, que logra potenciar el sabor de los alimentos más densos.
Sin embargo, junto con este tipo de vinos se aconseja evitar platos que contengan un aroma fuerte, como es el caso del curry, el vinagre o el pimentón, ya que éstos pueden afectar a su frescor y ligereza.
Pero un buen espumoso no es sólo un buen acompañante para comidas o cenas, sino que también puede servirse como aperitivo, con tapas e incluso con unas sencillas patatas fritas a modo ‘de picoteo’.
Por último, te aconsejamos que pruebes los espumosos de Lidl junto con tus postres favoritos, sobre todo en aquellos en los que la fruta sea la protagonista. La ‘personalidad’ de estos vinos es perfecta para realzar el sabor de dulces compuestos a base de frutos secos y frutos rojos (especialmente fresas, grosellas y frambuesas).
Quizá en este caso el más recomendado podría ser su variedad rosada (o ‘Rosé’), ya que sus aromas de granada y cereza aportarán un toque delicado y fresco que hará las delicias de los amantes de los postres.