miércoles, 11 diciembre 2024

El Prat se queda sin vigilantes el 10 de agosto en pleno crecimiento de la alta velocidad

Las huelgas de aeropuertos y aerolíneas son una parte normal del verano español. Es que es el momento en el que los trabajadores entienden que pueden ejercer mayor presión sobre las empresas e instituciones a las que presentan sus demandas. Pero es cierto que este año entre Air Europa, la amenaza eterna de los trabajadores de Ryanair y ahora el anuncio de los vigilantes de El Prat en Barcelona de ir a huelga de forma indefinida.

Los vigilantes de los controles de seguridad del Aeropuerto de Barcelona-El Prat han convocado una huelga indefinida a partir del 10 de agosto. La huelga se realizará de jueves a lunes de 4 a 7 horas, de 9 a 11 horas y de 16 a 18 horas, ha informado en un comunicado el sindicato CSIF este lunes.

Los trabajadores critican el incumplimiento de los pactos alcanzados con I-Sec Aviation Security, empresa encargada de los trabajos. Han señalado que «la empresa no respeta los descansos del personal, ni la conciliación familiar» y han asegurado que hay algunos responsables que ejercen, textualmente, abuso de autoridad y presión sobre los subordinados.

La huelga también tiene como objetivo «que se cumpla con la paridad en los puestos de trabajo», que la empresa se haga cargo de los costes del aparcamiento y percibir un plus por idiomas. De momento no hay una respuesta oficial ni de la empresa ni de la administración del aeropuerto por lo que es complicado saber por cuanto tiempo puede durar la situación.

OTRA HUELGA EN UNA LISTA MUY LARGA DE PROBLEMAS EN LA AVIACIÓN

La realidad es que los vigilantes del Prat no son los primeros ni los últimos trabajadores de aviación en asumir una medida de este tipo en la aviación. Desde Merca2 de hecho se han reportado varias veces este tipo de medidas, que generan cancelaciones y retrasos que pueden afectar a los usuarios aunque en el caso español es necesario que se cumplan unos servicios mínimos para evitar problemas de conexión.

Pero no es fácil predecir que efecto tendrá la medida de los vigilantes. En teoría, aunque evidentemente no tener seguridad es un problema, se pueden operar los vuelos a pesar de la situación y no es complicado imaginar que se tomen soluciones temporales de lo público. Al mismo tiempo si llega a generar problemas para la entrada y salida de vuelos internos puede ser una oportunidad bastante valiosa para el tren que ya ha sabido ganar la competencia directa con el mercado aéreo en este tipo de viajes.

El otro problema es que justamente ocurre en un momento complicado para la aviación. Desde el tema de la sostenibilidad hasta la necesidad de competir ahora con los trenes también en viajes internacionales, al menos a la vecina Francia, tener que lidiar con este tipo de situaciones que pueden generar problemas en el servicio puede, por tanto, ser fatal. 

MIENTRAS TANTO LOS TRENES SIGUEN CRECIENDO A MINUTOS DEL PRAT

En cualquier caso, aun sin una interrupción en el servicio de aviones es evidente en los datos que los españoles han saltado al tren en donde existen ambas opciones. Es que la diferencia evidente de precios y el buen funcionamiento que, en líneas generales, ha demostrado la alta velocidad desde la llegada de la competencia es normal que Renfe, Ouigo o Iryo puedan sumar bastante más pasajeros que el transporte aéreo. 

Es que el tren continúa ganando terreno al avión gracias a la liberalización de la alta velocidad, como en el Madrid-Barcelona, línea en la que el tren ya representaba el 78,3% de los viajes frente al avión.

De hecho, la cuota modal del tren frente al avión creció en los trayectos con competencia –en el Madrid-Valencia también representa el 89,9%–, mientras que en los trayectos entre Madrid y Sevilla, Málaga y Alicante, en los que aún no había competencia con Renfe, la cuota descendió, aunque se situó por encima del 75% en todos los casos.

En su conjunto, el número de viajeros total en tren experimentó un fuerte incremento en los últimos meses de 2022, rebasando los 440 millones de pasajeros, un 36% más que en 2021, aunque aún un 13,8% por debajo de los datos de 2019.

Visto así la realidad de los de los aviones será compleja si siguen teniendo interrupciones por este tipo de situaciones. Sumado a la crisis que ha enfrentado Francia por su propia huelga de controladores aéreos, que alargó en general los viajes europeos que no podían sobrevolar el territorio donde no había controladores aéreos. Son problemas repetitivos que suelen aparecer por estas complicadas fechas del año.


- Publicidad -