La subida de tipos del BCE que se esperan los mercados y temen los clientes

La semana que viene habrá reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), que es responsable de tomar las decisiones de política monetaria de la zona euro. La previsión es que el banco emisor suba de nuevo los tipos. Actualmente, con la última subida de 25 puntos, los tipos de interés del BCE están al 4%, una cifra que no se veía desde junio de 2000, hace 23 años, cuando se situaba al 4,25%. Los tipos, salvo sorpresa, subirán de nuevo. Una nueva amenaza para los bolsillos de los clientes, con y sin préstamos, y para la morosidad de las entidades.

TRES TIPOS Y UN INCREMENTO DEL BCE

«Esperamos que el BCE suba los tres tipos en 25 puntos básicos la próxima semana. Esto ha sido ampliamente telegrafiado y no debería sorprender a los mercados. La clave estará en lo que sepamos para la reunión de septiembre. Con unas perspectivas que no han cambiado mucho desde la reunión de junio, no esperaríamos una orientación clara. Si no estaban preparados en junio, no es probable que lo estén ahora, dada la ausencia de noticias sólidas en ninguna dirección”, apuntan desde Bank O America.

“Esperamos que la declaración y la conferencia de prensa del BCE sean un marcador de posición para el nuevo conjunto de previsiones y la evolución de los datos hasta entonces. Esperamos que se haga aún más hincapié en la subida durante más tiempo, aunque es probable que tengamos que esperar a recibir orientaciones más claras al respecto. Y dadas las previsiones de junio, esperaríamos que la carga de la prueba para no subir en septiembre recayera en la necesidad de que mejoren las perspectivas de inflación, una versión más suave del tipo de orientación que vimos en marzo”.

BCE

“Como recordatorio, esperamos que las perspectivas del BCE mejoren. Junto con la caída de la inflación subyacente que prevemos en las dos próximas impresiones, nuestra hipótesis de base es que no haya subida en septiembre, pero sigue siendo una decisión muy reñida, como refleja la reciente comunicación incluso de algunos de los halcones del BCE. Y dadas nuestras previsiones de inflación y unas perspectivas de crecimiento mucho más débiles, junio de 2024 sigue siendo una fecha válida para el primer recorte”.

«esperAMOS que la carga de la prueba para no subir en septiembre recayera en la necesidad de que mejoren las perspectivas de inflación», APUNTAN EN EL BANK OF AMERICA

En resumen, “hay motivos para ser algo más optimistas en lo que respecta a las tres condiciones que dictan la política económica en la actualidad. Pero con un banco central que atribuye un peso desproporcionado a la inflación subyacente en sus decisiones, es poco probable que la evolución de los datos desde la reunión de junio proporcione un desencadenante claro que supere el desacuerdo interno sobre qué hacer más allá de la próxima semana; de ahí que la decisión se deje totalmente abierta».
mayor gestora de fondos del mundo avisa al mercado de que se avecinan más subidas de los tipos de interés a ambos lados del Atlántico”.

DOS INCREMENTOS MÁS

BlackRock augura al menos dos incrementos del precio del dinero en Estados Unidos (EE UU) y la eurozona en lo que queda de año y no se producirían bajadas al menos hasta verano de 2024.

Según los analistas de la gestora, el Banco Central Europeo (BCE) podría anunciar hasta tres aumentos en los próximos meses, lo que situaría el precio del dinero en el 4,75%, frente al 4% actual. Serían, por tanto, subidas de 25 puntos básicos cada una.

De momento, el mercado da por hecho que la máxima autoridad monetaria y financiera en la eurozona llevará a cabo un alza en la reunión de finales de julio, aunque hay dudas de si en septiembre se producirá una adicional o si el organismo esperará a otoño. Diferentes voces del propio BCE han dejado claro que las políticas restrictivas se mantendrán hasta que la inflación vuelva a situarse en el nivel objetivo (cerca del 2%).

el mercado da por hecho que la máxima autoridad monetaria y financiera en la eurozona llevará a cabo un alza en la reunión de finales de julio

La propia presidenta, Christine Lagarde, ha insistido recientemente en que es poco probable que los tipos toquen techo a corto plazo, mientras que Joachim Nagel, gobernador del Bundesbank, el banco central alemán, ha alertado de que «queda camino por recorrer». En su opinión, dominan los riesgos alcistas para las perspectivas de precios, lo que sugiere el riesgo de que se registren tasas de inflación más altas en lugar de más bajas, ante unos aumentos de los salarios o de los márgenes de beneficio superiores a lo previsto.

En el caso de la Reserva Federal de Estados Unidos, la previsión es que lleve a cabo dos subidas de tipos hasta final de año. En la última reunión de junio, el banco central mantuvo el precio del dinero estable en el rango del 5% al 5,25%, tras haber acometido 10 incrementos consecutivos.

Sin embargo, el presidente de la institución, Jerome Powell, ya dejó entrever unos días más tarde que la estimación compartida por la mayoría de miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed es que serían «apropiadas» dos subidas más de tipos este año para doblegar la inflación y conseguir que se acerque al 2%. Y afirmó que es «una predicción bastante certera» si la economía se comporta según lo previsto.

En el caso de la Reserva Federal de Estados Unidos, la previsión es que haga dos subidas de tipos hasta final de año

BlackRock coincide con este escenario y aventura dos nuevas subidas de tipos en la primera economía mundial, de 25 puntos básicos cada una, lo que dejaría el precio del dinero este año en la horquilla 5,5%-5,75%.

LA SEGUNDA MITAD DE 2024

Los analistas de la gestora creen que en la primera mitad del próximo año los tipos de interés se mantendrán ‘congelados’ tras las subidas de 2023 y que las bajadas no llegarían al menos hasta dentro de 12 meses. En el caso de EE UU, prevé una rebaja de los tipos de interés ya en el tercer trimestre de 2024, mientras que en la eurozona solo habla del segundo semestre, sin concretar si podría producirse una en verano.

De lo que no tiene dudas la gestora es de que la eurozona vivirá una recesión económica, y que esta será más aguda que la que pueda vivir Estados Unidos.