viernes, 13 diciembre 2024

La caída controlada del dólar puede ayudar a las economías de la zona euro

Poco a poco empieza a ver un cierto optimismo por la caída del precio del dólar. Una situación que comienza a ser un regalo para los socios estadounidenses, especialmente los estados miembros de la Unión Europea. Y es que esta caída en el precio de la moneda norteamericana va a permitir a estos países ponerse al día con sus deudas y combatir la inflación mundial que afecta de sobremanera a la zona euro.

Por este motivo, ver la inflación general de Estados Unidos por debajo del 3% por primera vez en más de dos años en ha relanzado poco a poco a los mercados mundiales y alimenta las esperanzas en que la Reserva Federal Americana finalmente pueda poner fin a su restricción del crédito tras 15 meses. Con todas estas noticias, se ha producido lo esperado por expertos en economía, y esto no era otra cosa que los rendimientos de los bonos retrocedieran y los mercados bursátiles subieran, incluyendo llegadas a índices de máximos en 2023.

Pero lo que más está animando a los inversores y a los diferentes gobiernos fue la bajada del dólar. El índice DXY del dólar bajo frente al resto de monedas y alcanzó sus niveles más bajos desde abril de 2022, además también fue su mayor caída semanal del año hasta ahora. Por ejemplo, en este sentido el índice del dólar ahora ha bajado un 4,5% en solo seis semanas, impulsando al euro a su nivel más alto desde marzo de 2022, la libra esterlina a un máximo de los últimos 15 meses y el franco suizo a su mejor nivel en ocho años.

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Si bien estos movimientos siguen siendo parte de una reversión de la situación y de las ganancias del dólar excedidas de 2021 y 2022, aún pueden tener un impacto mayor en las economías mundiales que se encuentran en situación de recesión.

En este sentido, cabe recordar que una caída del dólar de este tamaño y velocidad generalmente hubiera provocado pánico en los socios comerciales de Estados Unidos. Que en igualdad de condiciones monetarias provocan la reducción de las exportaciones. Especialmente se vería afectada la balanza comercial de sus socios europeos, puesto que la economía norteamericana en situaciones similares suele mirar al mercado interior y abandona las importaciones.

Pero dada la situación mundial, que esta batallando contra las altas tasas de inflación provocadas en parte por la guerra en Ucrania y los vaivenes energéticos que ha provocado este conflicto, el «desvanecimiento» del dólar se está mostrando hasta el momento un arma eficaz para combatir contra la subida de los precios que ahoga especialmente a los consumidores particulares y afecta al ahorro.

Esta gran bajada de la inflación general estadounidense en estos meses acerca bastante a la economía norteamericana al objetivo marcado por la Reserva Federal del 2%. Y bastante alejado al del año pasado un 9,1%, índice máximo en los últimos 40 años. Estos datos alivian notablemente la economía americana, incluso antes de lo previsto, y mejoran las previsiones dadas por el FMI para este año.

Estancamiento Europeo

Estas cifras chocan con la inflación general de la zona euro que ya supera por un punto a la norteamericana y se sitúa 2,5 décimas por encima. Panorama peor el que existe en Reino Unido, allí en octubre del año pasado con un 11%, los británicos tocaron el techo histórico de su inflación y este pasado mayo estaban ya 6 décimas por encima del norteamericano y con unas previsiones poco halagüeñas para los británicos.

Por este motivo, se piensa que con el dólar a la baja se puede reactivar las economías europeas, tanto con más exportaciones hacia la economía estadounidense, como importaciones aprovechando la bajada de la moneda

Europa no solo importa directamente bienes y servicios estadounidenses más baratos como resultado de un dólar más bajo, sino que abarata el costo de los precios de la energía, las materias primas y los alimentos. Y, aunque sea menos bienvenido, frena la demanda interna a través de impactos en los márgenes de los exportadores que también pueden socavar aún más la inflación.

Dólar cae a mínimos de 14 meses
Dólar cae a mínimos de los últimos 14 meses
Aumento del euro, la libra esterlina y el franco suizo
Aumento del euro, la libra esterlina y el franco suizo

Cambio de mentalidad

Para esto es necesario un cambio de mentalidad, especialmente en Europa, y es que el «quid» de cualquier compensación en ese sentido es que la desinflación adicional a través de los tipos de cambio, incluso si es marginal, eliminará al menos cierta presión sobre el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo (BCE) para ‘superar’ a la Reserva Federal una vez que esta última haya terminado de bajar el precio de su moneda.

En este momento, los mercados monetarios asumen que el Banco de Inglaterra tendrá que saltarse una ‘tasa terminal’ esperada de la Reserva Federal entre 5,25% a un 5,50% de interés y elevar las tasas de compensación con otros 100 puntos básicos a más del 6,0% de interés durante el próximo año. En este panorama es probable que el BCE se mantenga alejado de las tasas máximas de la Reserva Americana, incluso si algún movimiento del gobierno de Washington aumenta en 2 puntos porcentuales el valor del dólar.

Por otro lado, los más escépticos dicen que la complicada mecánica del «traspaso» del tipo de cambio a la inflación hará que los efectos en los consumidores sean leves, especialmente en la zona euro, donde la mayor parte del comercio es entre los estados miembros. En esta corriente también se sostiene que la rigidez residual de los precios ahora se debe principalmente a la inflación relacionada con las necesidades domesticas, que son menos sensible a los cambios de moneda.

Sin embargo, el papel del dólar en la fijación de precios de la energía y las materias primas, y de manera más general, en la facturación del comercio internacional significa que el pulso puede ser considerable.

Subrayando en este tema, que a finales del pasado año a fines del año pasado, cuando se advirtió el alza de la inflación debido a la fortaleza del dólar, el FMI señaló que si bien la participación de Estados Unidos en las exportaciones mundiales de bienes había disminuido en cuatro puntos porcentuales hasta llegar al 8%, la participación del dólar en las exportaciones mundiales se ha mantenido en torno al 40%.

Por estos motivos, se cree que una fuerte caída del dólar podría ayudar a los países europeos a compensar un probable desvanecimiento de los efectos negativos interanuales en los precios del petróleo, base de gran parte de elevada inflación del año 2022.

Confirmando esta teoría, la idea vuelve a revertir el tema de las «guerras de divisas» adoptada por primera vez por Goldman Sachs, donde señalaba que un dólar excesivamente fuerte exageraba la inflación y las tasas de interés fuera de los Estados Unidos y potencialmente amplificaba la recesión económica interna. Por todo esto, esta caída del precio de dólar por un tiempo limitado puede ayudar sin dudas a estabilizar las economías occidentales y la de Estados Unidos.

La 'Última Milla' de la desinflación
La ‘Última Milla’ de la desinflación

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