miércoles, 11 diciembre 2024

Estados Unidos intenta reactivar la vía diplomática con China para mejorar su economía

Tras varias semanas negociando el techo de deuda y evitando el colapso de la administración estadounidense que hubiera provocado una nueva recesión mundial, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ha cambiado de tercio y se encuentra de visita oficial en China. Este viaje tiene el fin de bajar las tensiones diplomáticas y económicas entre ambos países.

Desde los primeros instantes de este viaje que durará hasta este domingo, Yellen está abogando por el entendimiento entre ambas naciones y el fortalecimiento del intercambio económico entre Washington y Pekín. Por este motivo, instó ayer sábado a una comunicación más estrecha entre China y Estados Unidos para mejorar la toma de decisiones económicas y desafió a China a unirse a iniciativas globales para ayudar a las naciones más pobres en su transito económico, poniendo especial énfasis en la necesidad de abordar el cambio climático y la ayuda que tienen que dar las diferentes superpotencias a las economías más débiles para afrontar dicha problemática.

Y es que a pesar de las tensiones bilaterales, el año 2022 supuso un nuevo récord comercial entre Estados Unidos y China. Está circunstancia ha dejado claro que hay un «amplio espacio» para que ambos puedan participar en el comercio y la inversión según ha expresado la norteamericana. Además, en el inicio de una reunión que ha durado más de tres horas con su homólogo chino, He Lifeng, Yellen ha remarcado que «es fundamental centrarse en áreas de interés común y abordar los desacuerdos a través del diálogo, como es el tema de Taiwan».

La visita de Yellen finalizará este domingo y es uno de los últimos intentos de Washington de reparar los lazos entre las dos economías más grandes del mundo, golpeadas por problemas que van desde el ya mencionado conflicto de Taiwán hasta la tecnología que han llevado a aumentar la rivalidad entre ambos países y ,sobre todo, ha tenido impacto muchas veces negativos en las empresas y los lazos comerciales de los dos estados.

BÚSQUEDA DE VÍAS DIPLOMÁTICAS PARA ACUERDOS COMERCIALES Y EMPRESARIALES

Esta visita diplomática se enmarca en una serie de reuniones al igual que la realizada por el secretario de Estado de estadounidense, Antony Blinken, quien visitó el mes pasado por primera vez el país asiático durante la presidencia de Joe Biden. En este sentido, Yellen busca encontrar un delicado equilibrio entre la conciliación y continuar presionando a Pekín para que detenga las prácticas que desde Washington se señalan como perjudiciales para las empresas estadounidenses y sus aliados occidentales.

Pero para no levantar falsas ilusiones ambas partes han minimizado las expectativas de avances y acuerdos en áreas económicas y políticas, pero siguen priorizando dar oportunidades a la diplomacia de precisión y apuestan por el cara a cara para desatascar la complicada situación.

«En medio de un panorama económico global complicado, existe una necesidad apremiante para que las dos economías más grandes se comuniquen estrechamente e intercambien puntos de vista sobre nuestras respuestas a varios desafíos globales», ha señalado Yellen tras la reunión con su homólogo chino.

En este mismo tono la norteamericana ha comentado que «hacer este esfuerzo diplomático puede ayudar a ambas partes a comprender mejor las perspectivas económicas mundiales y tomar mejores decisiones para fortalecer las economías de ambos países». Al mismo tiempo, Yellen ha reiterado que Washington quiere garantizar una competencia sana con un «conjunto justo de reglas» que beneficie a ambas partes en el futuro.

«Creo firmemente que la relación entre nuestros países está arraigada con lazos sólidos. Es importante que sigamos alimentando y profundizando estos lazos, especialmente ahora que China reabre totalmente sus puertas después de tres años de confinamientos por la pandemia», ha remarcado Yellen, en un encuentro posterior con diversos economistas asiáticos.

Otra de las circunstancias que la norteamericana está teniendo en cuenta durante su visita es que la economía de China no ha logrado recuperarse con la fuerza esperada, lo que aumenta el riesgo de una desaceleración mundial y puede afectar a sectores tan sensibles como el del motor u otro tipo de industrias pesadas.

Por este motivo, EE. UU. busca volver a comprometerse a todos los niveles con Pekín. Por esto, desde Washington se esgrime un discurso continuado donde la acción y la colaboración entre amabas economías es esencia. En la mente de todos está la crisis mundial provocada por la escasez de semiconductores chinos. Una circunstancia que aumento el recelo estadounidense que intento frenar el acceso chino a nuevas tecnologías.

LAS RAZONES DE PEKÍN

Por su parte, desde Pekín han recordado que los acuerdos militares bilaterales permanecerán bloqueados mientras permanezcan los aranceles impuestos a los productos chinos durante una guerra comercial que Donald Trump declaró a China. Sin la retirada de esos aranceles será muy difícil llegar a determinados acuerdos y avances, especialmente en asuntos de defensa.

En este sentido, antes de la llegada de Yellen, desde China se anunciaron esta semana más controles a la exportación de varios componentes tecnológicos utilizados en la fabricación de semiconductores y otros componentes importantes de los vehículos eléctricos. Estos aranceles supuestamente se han puesto en nombre de la protección y la seguridad de los intereses nacionales chinos. Aún así, y a pesar de estas decisiones «antinorteamericanas», el recién nombrado primer ministro Li Qiang, dejó la puerta abierta a un mayor diálogo entre países y ha instado a «encontrarse con China a mitad de camino, mientras ambas partes inyectan energía positiva» en las relaciones bilaterales.

Todo esto a pesar que se habla de un supuesto desacoplamiento económico entre Estados Unidos y China, término y situación que ambos países niegan, los datos muestran una relación comercial fundamentalmente sólida, con un comercio bidireccional que alcanzó los 690.000 millones de dólares el año pasado.

Para finalizar, Yellen ha insistido a las autoridades chinas a no permitir que ningún desacuerdo «conduzca a malentendidos, en particular los derivados de la falta de comunicación, que pueden empeorar innecesariamente nuestra relación económica y financiera bilateral.

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