¿A que te apetecería tomar ahora mismo unos cortaditos de la abuela? ¡Y a quién no! Su textura esponjosa, el tamaño perfecto y un sabor único hacen de ellos una joya de la repostería, sobre todo servidos con un buen café como acompañamiento. Además son una de esas recetas que se pueden preparar en pocos minutos, como el brownie al microondas o el bizcocho de calabaza, con la ventaja añadida de que no necesitarás horno para los cortaditos. ¿Quieres saber cómo? Te explicamos los pasos a seguir a continuación.
1UN DULCE PLACER
Los cortaditos de la abuela, deliciosos panecillos dulces de tamaño reducido, se han ganado un lugar especial en la gastronomía española. Gracias a su esponjosidad y un inconfundible sabor con matices de coco, se han convertido en una auténtica delicia para los paladares más exigentes. Estos pequeños manjares son muy populares en todo el país y se encuentran en numerosas panaderías y pastelerías, y de hecho su fama ha crecido rápidamente, siendo buscados tanto por los lugareños como por los turistas que visitan España.
Estamos hablando de un símbolo de la repostería tradicional, siendo apreciados en desayunos, meriendas o simplemente como un capricho dulce en cualquier momento del día. La receta, transmitida de generación en generación, se mantiene como un tesoro culinario y su popularidad continúa creciendo, y ahora está a tu alcance siguiendo unos sencillos consejos. ¡Y con muy pocos ingredientes!