Las constructoras españolas aprovechan la inversión pública para su internalización

El anuncio del traslado de Ferrovial a Países Bajos hizo saltar todas las alarmas. El mercado español es un pequeño fragmento en la cuenta de resultados de las constructoras más importantes de nuestro país. 128.000 millones de euros es la suma de las carteras de obras de las grandes compañías españolas del sector (ACS, Acciona, FCC, Sacyr, Ferrovial, OHLA y Grupo SanJose).

Sus ventas agregadas ascendieron el año pasado a los 72.292 millones, 12.000 millones más que en 2021, sin embargo solo el 19,79% de su cifra de negocio acumulada en 2022 corresponde al mercado nacional (13.903,99 millones de euros). Cifras que se prevé continúen aumentando en el mercado exterior durante este año, si a sus contratos para el futuro añadimos lo que van a ingresar por las concesiones de autopistas, aeropuertos o infraestructuras de agua o energía que ya poseen. Un total de más de 200.000 mil millones fuera de nuestras fronteras.

El 80% de la facturación de las grandes constructoras españolas proviene de su negocio en el exterior. Su internacionalización se remonta a los años 70 y se acentuó con la posterior crisis inmobiliaria de 2008. A este fenómeno se suma el viraje de estas compañías hacia el negocio de las concesiones en otros países, principalmente por la ausencia de ellas en España, que aportan una mayor estabilidad y rentabilidad que el propio negocio de la construcción.

Estados Unidos y Canadá: Los mercados más atractivos

A esto se suma la pandemia, que terminó de afianzar la presencia exterior de estas constructoras frente a la nacional. Países como Estados Unidos o Canadá, se han convertido en importantes mercados gracias a generosos planes de estímulos públicos. La construcción se ha vuelto incluso un arma geopolítica, muestra de ello es el plan Build Back Better World, que el G-7 lanzó en 2021 con el objetivo de satisfacer las necesidades de infraestructuras en los países con ingresos medios y bajos.

A su vez, la Administración estadounidense impulsó en 2022 la Ley de Infraestructura, que continúa los planes de Donald Trump hacía una industria de cemento ‘yankee’, una inversión total de 220.000 millones de dólares.

Un mercado codiciado que, para grandes del Ibex como ACS (cifra de negocio de 33.615 millones de euros, el pasado año), ya supone el 56% de sus ventas, seguido de Australia (19%). Otros países donde la constructora de Florentino Pérez está presente es Canadá (6%) y Alemania (3%). En España se concentran el 9% de las ventas totales, que ascienden a 3.025,35 millones de euros. ACS se sirve de sus filiales Abertis e Iridium para gestionar las concesiones que engrosan su Ebitda, como las de Francia, México o Chile. En el caso de Abertis, es la compañía que gestiona la concesión de la Autopista Central en Santiago de Chile y de la AP-7 Tarragona-Francia.

Un crecimiento que no para, en la presentación de resultados del primer trimestre, ACS presentó una cartera de proyectos que bate todos los récords, valorada en 68.500 millones. La compañía ha anunciado para este 2023 la creación de un dique para submarinos nucleares en Pearl Harbour (Hawái), un puente entre Montreal y Ontario, un viaducto en Nueva York, un hospital de Australia, una carretera en California, un puente en Manila, varios carriles de autopistas, sistemas de conducción de aguas, el primer estadio de fútbol de Nueva York o el tranvía de Calgary. En España solo destaca la construcción de una presa en Huesca.

Crecimiento internacional imparable

Ferrovial, que aspira a impulsar su negocio internacional con el cambio de sede a Países Bajos, solo cuenta con el 18% de sus ventas en España, unos 1.359,18 millones de euros de los 7.551 millones obtenidos en 2022. Como ocurre en ACS, la mayor parte de sus ingresos son de Estados Unidos y Canadá (36%), seguido de Reino Unido (21%), Polonia (11%) y otros países del mundo. Su filial Cintra es la encargada de recibir ingresos de concesiones, sobre todo de Norteamérica. Algunos de los activos más relevantes son los cuatro aeropuertos británicos (Heatrow, Glasgow, Aberdeen y Southampton) o la Autopista LBJ en Dallas (Texas).

Para Acciona su mercado principal es Australia, con un 34% de cuota de mercado, muy lejos de España, el segundo contribuidor de su cifra de negocio, del 17%. La constructora ha facturado en el territorio nacional 1.903,15 millones de euros de los 11.195 millones registrados en 2022. Sus ingresos en concesiones han sido inferiores a los de 2021 debido a la desinversión de una cartera de activos en España, aunque los ingresos de esta rama de negocio provienen sobre todo de América Latina.

De la cifra de negocio total de la constructora Sacyr, que ascendió a 5.852 millones de euros en el último año, solo 308 millones corresponden a España. Actualmente, su cartera está compuesta al 80% de concesiones, el 14% de infraestructuras y del 6% de servicios. Y es que al igual que ACS, Sacyr ha emprendido un camino orientado a la construcción, pero también a contratos de gestión de lo construido que les garanticen ingresos periódicos durante décadas, a ser posible a salvo de una caída brusca de la demanda.

Para OHLA, España representa el 29,4%, unos 958,35 millones de euros de los 3.259,7 millones totales, mientras el resto de sus ingresos provienen de otros países europeos, Norteamérica y Latinoamérica. Entre sus concesiones se encuentran la Autopista A-30 en Canadá o el Hospital Álvaro Cunqueiro en Vigo. Daniel Ruiz, su director general para Norteamérica destaca la buena acogida del mercado americano de los profesionales españoles «el nivel de sofisticación de la construcción en Europa es muy alto, al principio de la década de los dos mil llegamos y aportamos valor».

Resisten en el mercado nacional

Tan solo hay dos grandes constructoras que mantienen más negocio en el mercado español que en el exterior. En el último ejercicio, FCC facturó el 55,4% de sus ingresos en el mercado español (4.268,96 millones de euros de los 7.705,7 millones totales), seguido de Reino Unido (13,6%, América (9,9%) y Oriente Medio y África (4,7%). La compañía ha centrado su inversión en medio ambiente, de la que recibe el 45,2% de sus ingresos, seguido del agua (26,7%.

La construcción solo supone el 9,4% de su cifra de negocio, FCC Concesiones es la firma encargada de gestionar las líneas de metro de Barcelona y el Puente de Mersey en Reino Unido, mientras que Grupo San Jose cuenta con la concesión del Louvre Abu Dhabi y del Resort 5 Estrellas en Cabo Verde, entre otras.

Y, sin duda, la constructora española que más capital Español percibe es Grupo SanJose, donde genera el 84% de su cartera de pedidos, lo que le suponen 2.081 millones de euros y por la construcción, que aún supone el 88,7% de su actividad.

Constructoras con financiación pública

La importancia de estas compañías a nivel internacional es motivo de orgullo patrio, sin embargo lo que es cuestionable y motivo de irritación en el ejecutivo es la financiación pública de la que se han beneficiado durante décadas. Sin las enormes inversiones públicas junto a la formación de los profesionales, esta proyección no habría sido la misma.

Tal y como recuerdan desde el Colegio de Ingenieros y Caminos, la red de infraestructuras realizadas en España desde 1960, especialmente con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, con la Expo de Sevilla y la creación del primer AVE, «ha permitido a las empresas constructoras y de ingeniería españolas exportar sus experiencias».

Esta huida no puede empañar todo el negocio patrio. Tal y como señala el informe de la patronal Seopan, la licitación nacional ha crecido un 33,8% hasta alcanzar 29.615 millones. Obras impulsadas por las comunidades y ayuntamientos, y en menos medida, por el Estado. Así, el 6,7% de los fondos europeos del Plan de Recuperación de han destinado a infraestructuras, 11.619 millones de euros.